MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una gran cantidad de partículas de aerosol en la atmósfera puede aumentar la vida útil de las grandes nubes de tormenta al retrasar la precipitación.
Según una investigación de la Universidad de Austin (Texas), con mas aerosoles, las nubes se hacen más grandes y viven más tiempo, por lo que acaban produciendo tormentas más extremas cuando la lluvia finalmente llega.
El estudio, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', es el primero en abordar el impacto que las partículas de aerosol tienen sobre la vida útil de los grandes sistemas de tormentas, llamados sistemas convectivos de mesoescala. Estas tormentas son sistemas complejos, a menudo violentos que pueden abarcar más de varios cientos de kilómetros.
Los científicos han explicado que, estos sistemas son, además, "la fuente principal de la precipitación en los trópicos y medias latitudes, por lo que su vida puede tener una gran influencia en la variabilidad de las lluvias, especialmente las extremas que causan inundaciones".
La investigación analizó los datos de satélites obtenidos de 2.430 sistemas de nubes convectivas y se encontró que los aerosoles pueden ayudar a aumentar hasta tres veces la vida útil de estas nubes en 24 horas, dependiendo de las condiciones meteorológicas regionales.
"Una partícula de nube es básicamente agua y aerosoles. Es como una célula. El aerosol es el núcleo y el agua es el citoplasma. Cuanto más aerosol haya, más células se obtienen, mientras que si hay exceso de agua, se producen las lluvias", ha explicado el autor principal Sudip Chakraborty.
Los aerosoles son partículas diminutas en la atmósfera que forman el núcleo dentro de una nube alrededor de la cual el agua se condensa para formar la nube. Los aerosoles pueden proceder de fuentes naturales como erupciones volcánicas o polvo del desierto, o de fuentes artificiales, tales como la quema de madera, el carbón o el petróleo.
Este estudio es el primero en tratar de mirar la importancia relativa de los aerosoles 'en la vida de las nubes de tormenta en comparación con las condiciones meteorológicas, tales como la humedad relativa, la energía convectiva disponible y el viento, según ha explicado otro de los responsables del estudio, Rong Fu. Aunque las condiciones meteorológicas siguen siendo el elemento más importante en la vida útil de uno de estos sistemas de nubes, la investigación muestra que los aerosoles tienen un impacto significativo.
ESTUDIO A TRAVÉS DE SATÉLITES GEOESTACIONARIOS
Los científicos han señalado que una de las dificultades en la realización de este tipo de estudio es que los satélites que dan datos sobre el contenido de aerosol de nubes pasan generalmente en el mismo punto de la Tierra dos veces al día, por lo que no dispone de suficientes datos sobre la vida útil de un sistema de nubes convectivo.
Sin embargo, han podido abrir nuevos caminos con los datos de los satélites geoestacionarios que vuelan mucho más alto y se mantienen en la misma ubicación con respecto a la superficie de la Tierra.
"El estudio coincide con los datos de los satélites geoestacionarios, que da una cierta información sobre el ciclo de vida de los sistemas convectivos, con datos del satélite orbital polar que pasa por dos veces al día. Realmente eleva el listón de cómo se analizan los datos de satélite", ha apuntado Fu.
Por su parte, el profesor Daniel Rosenfeld de la Universidad Hebrea de Jerusalén, uno de los principales investigadores del mundo en el campo, ha indicado que los efectos de los aerosoles en las nubes convectivas profundas y el clima "han sido importantes preguntas durante más de una década".
"De particular interés es el papel de las nubes en reflejar la radiación solar y la emisión de radiación térmica en el espacio, lo que puede influir en el equilibrio radiactivo en la atmósfera y la temperatura de la Tierra", ha añadido, para señalar que este trabajo es un "avance significativo para la ciencia".