MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Un estudio, llevado a cabo por científicos de la Escuela de Salud Pública de Harvard, ha determinado que dos neonicotinoides --una clase de insecticida--, que son usados habitualmente, son los causantes del despoblamiento masivo de colonias de abejas durante el invierno. Este comportamiento es conocido como Colony Collapse Disorder (CCD).
Desde 2006, se produjeron importantes pérdidas de abejas de miel como conseciencia del CCD. La localización de la causa es crucial para mitigar este problema, ya que las abejas son las polinizadoras principales de aproximadamente un tercio de todos los cultivos en todo el mundo. Los científicos han considerado una serie de posibles causas, incluyendo la infestación de patógenos, prácticas apícolas y la exposición a plaguicidas.
Hallazgos recientes, incluyendo un estudio en 2012 realizado por este mismo equipo de Harvard, sugieren que el CCD se relaciona específicamente con los neonicotinoides, que pueden afectar a las funciones neurológicas abejas. Tanto el imidacloprid, como la clotianidina pertenecen a este grupo.
La diferencia existente entre esos trabajos y el ahora publicado, es que los anteriores sugerían que la mortalidad relacionada con el CCD en las colonias de abejas de miel podía provenir de una menor resistencia de las abejas a los ácaros o parásitos, como resultado de la exposición a los pesticidas. Sin embargo, el nuevo estudio encontró que las abejas en las colmenas expuestas a CCD tenían niveles casi idénticos de infestación de patógenos como un grupo de colmenas de control, la mayoría de las cuales han sobrevivido al invierno.
Para los expertos, este hallazgo sugiere que los neonicotinoides están causando algún otro tipo de mecanismo biológico de las abejas que a su vez las conduce a la CCD. "Hemos demostrado una vez más en este estudio que los neonicotinoides son los responsables de desencadenar CCD en colmenas de abejas que estaban sanas antes de la llegada del invierno", ha apuntado el autor principal Chensheng (Alex) Lu.
LA INVESTIGACIÓN
Según el explica el artículo, publicado en 'Bulletin of Insectology', los expertos recogieron datos de una docena de colonias de control y de otras tantas tratadas con neonicotinoides. A partir de enero de 2013, las poblaciones de abejas en las colonias de control comenzaron a aumentar en la medida en que se esperaba, pero las poblaciones en las colmenas tratadas con neonicotinoides siguieron disminuyendo. En abril de 2013, 6 de cada 12 de las colonias neonicotinoides tratadas se perdieron, dejando colmenas abandonadas típicas de CCD.
Por su parte, sólo se perdió una de las colonias de control --se encontraron miles de abejas muertas dentro de la colmena-- con lo que parecía ser síntomas de un parásito intestinal común, que se llama 'Nosema ceranae'.
Así, mientras que las 12 colmenas tratadas con plaguicidas en el actual estudio experimentaron una tasa de mortalidad CCD del 50 por ciento, los autores observaron que, en el estudio de 2012, las abejas en las colmenas tratadas con pesticidas tenían una mucho mayor tasa de mortalidad CCD, concretamente del 94 por ciento.
Los datos utilizados en 2012 son los recogidos durante el invierno particularmente frío y prolongado de 2010-2011 en el centro de Massachusetts, lo que lleva a los autores a especular que las temperaturas más frías, en combinación con los neonicotinoides, pueden desempeñar un papel en la severidad del CCD .
"Aunque hemos demostrado la validez de la asociación entre los neonicotinoides y el CCD en este estudio, la investigación futura podría ayudar a dilucidar el mecanismo biológico que se encarga de vincular las exposiciones neonicotinoides subletales de CCD", ha apuntado Lu. "Espero que podamos revertir la tendencia continua de pérdida de abeja de la miel", ha concluido.