Nuevos gases amenazan a la capa de ozono, los VSLS

OZONO
Foto: NASA
Actualizado: lunes, 16 febrero 2015 17:04

MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Científicos alertan de que los productos químicos que no son controlados por un tratado de las Naciones Unidas destinado a proteger la capa de ozono contribuyen al agotamiento del ozono.

   En su trabajo, publicado este lunes en la revista 'Nature Geoscience', estos expertos también informan de la presencia en la atmósfera de una de estas 'sustancias de muy corta vida' (VSLS, por sus siglas en inglés) que está creciendo rápidamente.

   El autor principal del estudio, Ryan Hossaini, de la Escuela de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, subraya: "Los VSLS pueden tener fuentes naturales e industriales. La producción industrial de los VSLS no está controlada por el Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas porque históricamente estos químicos han contribuido poco a la destrucción del ozono".

   "Pero hemos identificado ahora que uno de estos productos químicos está aumentando rápidamente y si se permite que continúe este aumento, podría compensar algunos de los beneficios establecidos para la capa de ozono en el Protocolo de Montreal", advierte este experto.

   En el estudio, los investigadores utilizaron un modelo de ordenador en 3D de la atmósfera para determinar el impacto de los VSLS sobre el ozono y el clima. Las mediciones de los VSLS en la atmósfera en los últimos dos decenios, proporcionadas por los colaboradores de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, también se analizaron. Estas mediciones revelaron un aumento rápido de las concentraciones atmosféricas de diclorometano, un VSLS hecho por el hombre que se utiliza en una gama de procesos industriales.

   El coautor del estudio Martyn Chipperfield, de la Escuela de la Tierra y del Medio Ambiente de Leeds, añade. "Tenemos que seguir vigilando la presencia en la atmósfera de estos gases y determinar sus fuentes. En la actualidad, la recuperación a largo plazo de la capa de ozono de la efectos de los CFC [clorofluorocarburos] está todavía en camino, pero la presencia de un creciente diclorometano provocará incertidumbre en nuestras futuras predicciones sobre ozono y el clima".

   Los investigadores encontraron que aunque la cantidad de agotamiento del ozono que surge de los VSLS en la atmósfera hoy en día es pequeña en comparación a la causada por los gases de larga vida, como los CFC, se vio que el agotamiento de la capa de ozono impulsado por los VSLS era casi cuatro veces más eficiente a la hora de influir en el clima.

   "Debido a su vida atmosférica corta, los VSLS rompen y destruyen el ozono en la parte más baja de la estratosfera. Esto es importante, ya que una molécula de ozono perdida en esta región tiene un impacto mucho mayor en el clima que una molécula destruida en las zonas altas de los gases de larga vida", explica Hossaini.

   Los científicos también separan las fuentes naturales de los VSLS, como las algas en el océano, y los liberados por la actividad humana, como los procesos industriales, con el fin de determinar la importancia relativa de cada uno. En la actualidad, los VSLS emitidos naturalmente representan alrededor del 90 por ciento de la pérdida total de ozono causada por los VSLS en la estratosfera inferior, pero la contribución de los VSLS formados artificialmente está aumentando y parece que se elevará más en los próximos años.

   "Los aumentos de diclorometano observados son sorprendentes e inesperados; las concentraciones habían ido disminuyendo lentamente a finales de 1990, pero desde entonces se han incrementado por un factor de dos en sitios en todo el mundo", resalta el coautor del estudio Stephen Montzka, de la NOAA.

   Según Hossaini, no está claro qué está impulsando este crecimiento, pero cree que podría deberse, en parte, al hecho de que el diclorometano se utiliza en el proceso de fabricación de algunos HFC (hidrofluorocarburos), los gases 'amigos del ozono' que fueron desarrollados para reemplazar a los CFC. "Esto significaría que, irónicamente, la producción de productos químicos inocuos para el ozono está lanzando en realidad algunos gases que destruyen el ozono en la atmósfera", concluye.

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