MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Científicos han catalogado 94 piezas de placas tectónicas antiguas en el manto terrestre, vinculándolas a fechas en que eventos geológicos ocurrieron mientras estaban en la superficie.
Algunas subdujeron hace casi 300 millones de años, mientras que otras pueden atribuirse a fallas activas, como las de la costa occidental de las Américas, según la investigación de Douwe van der Meer, Douwe van Hinsbergen y Wim Spakman de la Universidad de Utrecht (Países Bajos).
Aunque los científicos han sabido durante décadas que las placas tectónicas se hunden en el interior de la Tierra en zonas de subducción, hasta hace poco, esas placas desaparecían del mapa geológico una vez que dejaban de generar terremotos, lo que ocurre después de que están a unos 670 kilómetros bajo la superficie, informa Ars Technica.
En los últimos años, la tomografía sísmica, que usa ondas de los terremotos para crear imágenes del interior del planeta, ha restaurado su visibilidad. Ha revelado placas subducidas que se hunden en el manto hasta el límite del núcleo y el manto, 2.900 kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra.
La investigación, publicada ahora en Tectonophysics, comenzó en 2000 con la tesis de Douwe van der Meer sobre los restos de placas tectónicas debajo del Caribe, bajo la supervisión de Wim Spakman. Douwe van Hinsbergen hizo un trabajo similar en los restos del Tetis, una antigua cuenca oceánica. Los restos de la losa del fondo del océano ahora se encuentran en el manto debajo del sur de Europa y Arabia.
En 2010 publicaron su primer resultado parcial del proyecto, con 28 losas. Para 2015, habían construido el sitio web, y en 2016 el equipo presentó su atlas ampliado en la reunión de otoño de la Unión Geofísica Americana. Desde entonces, su enfoque ha estado en el artículo revisado por pares que ahora se publica en la revista Tectonophysics.
El Atlas es un logro en sí mismo, pero tiene implicaciones sobre cómo funciona el manto de la Tierra, que comprende el 84 por ciento de nuestro planeta.
Los descubrimientos ya han comenzado con nueva información sobre la rigidez (viscosidad) del manto profundo en la nueva investigación. Donde el trabajo anterior sugirió que las losas se estancan en el manto inferior, el Atlas en cambio revela una amplia "zona de desaceleración de losa" alrededor de 1.000-1.500 kilómetros debajo de la superficie. Aquí, las losas disminuyen la velocidad, pero no se detienen, y luego aceleran nuevamente hacia el límite del manto central.
La compilación también ha ayudado a nuestra comprensión de climas pasados. Proporcionó una estimación de la longitud total de las zonas de subducción desde el Triásico y mostró que esto se correlaciona con los niveles y climas de CO2 antiguos, lo que apoya la idea de que la tectónica de placas es el principal control del clima del planeta en escalas de tiempo de varios millones de años. Incluso ha ayudado a estimar los niveles globales del mar durante cientos de millones de años.