MURCIA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El bioquímico e investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Mariano Barbacid, ha admitido que la marcha de investigadores españoles al extranjero constituye un problema, pero "es parte de su formación". El problema "grave", a su juicio, es que "no pueden volver" y que el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) haya perdido el 20 por ciento de sus investigadores y no haya plazas nuevas, "con lo que la gente no puede regresar".
En un contacto con los medios de comunicación ofrecido poco antes de su participación en el Foro Nueva Murcia, Barbacid ha respondido de esta manera al ser preguntado por las declaraciones del presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, quien ha admitido este lunes la marcha de investigadores españoles por la falta de salidas profesionales aunque ha puntualizado que se trata de una leyenda urbana exagerada".
Para Barbacid, decir algo así supone "un menosprecio para los investigadores. En su opinión, "ni nos fugamos ni somos cerebros", y ha recordado que él se marchó de España en 1974, cuando las cosas estaban "todavía bastante peor de lo que están ahora", por lo que ha pedido que "no se exagere".
A su juicio, es importante que el investigador "se vaya y aprenda fuera, porque al fin y al cabo, la ciencia y los centros más importantes de la ciencia están en los países anglosajones, como Estados Unidos o Reino Unido", pero ha insistido en considerar que el problema es que no puedan volver.
En este sentido, Barbacid ha admitido que la investigación del cáncer se ha visto ralentizada estos años en España como consecuencia del contexto económico y las medidas de austeridad. De hecho, ha recordado que en su centro habían más de 500 investigadores hace tres años, y ahora la plantilla está integrada por algo más de 300.
Además, su propio grupo de investigación ha pasado de 20 científicos a 15 "porque los recursos son limitados", y ha insistido en recordar que el CSIC, que hoy cumple su 75 aniversario, "ha perdido el 20 por ciento de investigadores en los últimos tres años".
A su juicio, la investigación en España está en un estado "casi catatónico, y como esto no se reviva y pronto, España dejará de ser un país competitivo en e mundo de la ciencia, sin duda".
TRATAMIENTOS INDIVIDUALIZADOS
Por otra parte, Barbacid ha valorado los tratamientos individualizados como el futuro de la oncología, ya que hoy en día, los tumores "no solo se clasifican por su aspecto", como en la patología clásica, "sino que las mutaciones presentes en el tumor son ya las que determinan el tipo de tratamiento que se va a hacer".
Ha recordado que el primer fármaco dirigido se aprobó en 1998, y en los últimos 10 o 15 años, todos los nuevos fármacos sobre cáncer son ya selectivos contra dianas moleculares que están mutadas en un determinado tipo de tumor.
Los nuevos fármacos "ya no son los citotóxicos, es decir, la 'quimio' clásica, que se sigue dando, por supuesto, porque todavía no tenemos suficientes fármacos nuevos", pero "prácticamente todos los fármacos aprobados en los últimos 10 o 15 años son todos ya dirigidos, que evidentemente son más eficaces y tienen menos efectos secundarios".
Aunque ha admitido que "todavía estamos muy lejos de lo que nos gustaría ser", afirma que "se ha avanzado muchísimo en los últimos 10 o 15 años".
Ha reconocido que hay más de 500 genes implicados en distintos tipos de cánceres, y solo existen fármacos selectivos contra 30 de ellos, lo que "da una idea del camino que nos queda por recorrer". Es un camino, ha añadido, en la que "hace falta financiación, que afortunadamente no ha decaído fuera de España".
Aunque en Estados Unidos "no están en su mejor momento, la financiación sigue siendo bastante aceptable", y advierte que otros países como Alemania e Inglaterra "han aprovechado la crisis para aumentar la inversión en investigación". En España, sin embargo, "no se da el caso", pero valora que haya financiación europea a nivel individual para seguir trabajando.
Barbacid ha desmentido la influencia de la riqueza y los hábitos de vida en la aparición de nuevos tipos de cáncer, sino que los atribuye a que "cada vez vivimos más gracias al avance de la medicina en otras áreas, y el cáncer aumenta exponencialmente con la edad".
De hecho, ha indicado que si la esperanza de vida en España fuera de 50 años, el cáncer "sería casi anecdótico", pero "afortunadamente la esperanza de vida en España es de las mayores del mundo, por encima de los 85 años, por lo que el cáncer se está convirtiendo en la causa principal de muerte, y empieza a sobrepasar a las enfermedades cardiovasculares".