MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) - Sí recalcó que, hasta ahora, es un éxito fantástico. "Hace unos años, nadie hubiese apostado ni un céntimo en realizar un vuelo alrededor del mundo, utilizando un avión solar. Excepto algunos socios, que nos apoyaron desde el principio, como Schindler, ABB, Solvay, Covestro, Swiss Re Corporate Solutions, empresas como estas, que se encuentran fuera del mundo de la aviación, y que no sabían que era imposible, así que optaron por ayudar", comentó. Piccard destaca el valor de la misión como plataforma para hablar de las tecnologías limpias y energías renovables. "Sin lugar a dudas, al final tendré una plataforma muy creíble, que la gente apoye, y voy a seguir utilizándola, para reunir a todos los especialistas en la industria de tecnologías limpias, ONGs, fundaciones, con el fin de hablar con una sola voz dentro del mundo de la tecnología limpia. Todo esto lo usaremos para asesorar a los gobiernos, y ser más eficientes en la forma de aplicar estas tecnologías", dijo. Además de la propulsión eléctrica, Piccard destacó mejoras de eficiencia logradas con Solar Impulse, como la colaboración con Schindler para obtener materiales más ligeros. "Es una casa pequeña, muy pequeña, pero tiene de todo. Se puede reclinar el asiento, hasta que esté totalmente plano, donde se puede dormir en plazos de 20 minutos. También hay baño a bordo, se puede calentar la comida, me cepillo los dientes, me cambio de ropa, me lavo con toallitas húmedas, y tengo la vista más bella del mundo. Cuando uso el baño, no tengo que cerrar las cortinas, ¡porque no tengo vecinos!", explica Piccard.