MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de Oregón publicado en Proceedings ha descubierto que cada especie de árbol cuenta con una identidad bacteriana "única".
Los investigadores recogieron muestras bacterianas de 57 de las más de 450 especies de árbol presentes en un bosque tropical de tierras bajas en la isla de Barro Colorado (Panamá). A continuación, aislaron el gen 16S de ácido ribonucleico (ARN) ribosómico y procedieron a su secuenciación.
Según la profesora en la UO Jessica Green, este gen, que forma parte del grupo que los biólogos denominan "gen código de barras", permitió a los investigadores identificar y medir la diversidad de las bacterias a partir de "millones de fragmentos" de ADN recolectados de las comunidades bacterianas halladas en la superficie de las hojas de los árboles.
En este sentido, su compañero en la investigación y autor principal del estudio, Steven W. Kembel, explica que algunas bacterias resultaron ser "muy abundantes" y fueron localizadas en cada hoja del bosque, mientras que otras, "más infrecuentes", se concentraban en un único ejemplar. Así, cada especie demostró poseer una comunidad bacteriana "muy distintiva" en sus hojas.
Según Kembel, las hojas de las especies vegetales constituyen un hábitat a nivel microbiológico conocido como filosfera, donde se distribuyen "millones de bacterias" que desempeñan un rol "tanto positivo como negativo" en la salud y el funcionamiento de las plantas que los albergan.
"Por ejemplo, aunque existen bacterias en las hojas que son responsables de enfermedades, otras protegen a la especie vegetal contra la acción de patógenos o producen hormonas que aumentan la tasa de crecimiento de las plantas", indica.
En esa línea, el estudio ha descubierto que, como sucede en el microbioma animal, existe una conexión entre algunos de los atributos de la planta anfitriona como su crecimiento, su mortalidad y su funcionamiento y la diversidad que existe en ella a nivel microbiano.
Así, algunos tipos de bacteria se distribuían con mayor frecuencia en árboles con un crecimiento rápido, mientras que otras favorecían hojas con una concentración determinada de elementos como el nitrógeno o el fósforo.
A juicio de Kembel, el conocimiento sobre los factores que influyen a las bacterias presentes en las hojas de los distintos árboles podría tener "importantes implicaciones" en la conservación de la diversidad biológica y el funcionamiento de los ecosistemas forestales.