MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los perros podrán respirar hasta 500 metros bajo el agua con una nueva tecnología impulsada por científicos rusos que trata de favorecer que los canes ayuden en salvamento de tripulación de submarinos, según informa el subdirector general de la Fundación para Investigaciones del Futuro, Vitali Davídov, organización encargada de la financiación del experimento.
El encargado de desarrollar esta tecnología ha sido el Instituto Ruso de Investigación Científica de Medicina del Trabajo. El invento consiste en permitir la respiración líquida que facilita llenar los pulmones de un líquido especial rico en oxígeno disuelto que penetra en la sangre, según informa Ría Novosti.
Así, el líquido abastece al organismo con oxígeno y deberá facilitar a los submarinistas un ascenso más rápido a la superficie, evitando la aeroembolia, una enfermedad usual de los buzos que aparece al ascender demasiado rápido desde la profundidad por un descenso brusco de la presión. Además, los pilotos y astronautas también podrán hacer uso de esta tecnología.
Uno de los impulsores, Ígor Cherniak ha relatado al periódico Rossiysskaya Gazeta, cómo vieron que un perro salchicha aguantar 15 minutos bajo el agua. "Al parecer, los pulmones del perro se llenaron de un líquido rico en oxígeno, lo cual le permitió respirar bajo el agua. Cuando lo sacaron, estaba un poco lánguido, a causa de la hipotermia pero al cabo de unos minutos se recuperó totalmente", ha explicado.
Actualmente, los perros pueden permanecer bajo el agua con esta tecnología durante media hora a una profundidad de hasta 500 metros, como ha señalado Davídov. Además, todos los animales se encuentran en buenas condiciones y han soportado la inmersión sin problemas.
En un principio el equipo experimentó con ratas y otros animales de pequeño tamaño y hace poco empezaron a probar con perros. Además, se han creado "hidrocámaras" especiales de alta presión para los animales.
Por otro lado, Davídov ha explicado que el proyecto de respiración mediante líquido ya se había puesto sobre la mesa hacía algunas décadas, pero por entonces no se le encontró un uso práctico. Para Davídov, hoy en día siguen surgiendo muchas cuestiones para los investigadores "hay que escoger los componentes del líquido, concluir cómo introducirlo y extraerlo del organismo y asegurar la salida del dióxido de carbono".
Sin embargo, la tarea más importante para él es la de superar la barrera psicológica que supone respirar bajo el agua, pues esto conlleva en realidad "ahogarse con líquido voluntariamente".