MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Zurich han llevado a cabo un nuevo estudio acerca de la extinción de los dinosaurios que determina que desaparecieron antes de la caída del meteorito, hace 65 millones de años, y como consecuencia de su reproducción a través de huevos.
Este trabajo, publicado en 'Biology Letters', determina, a través de un modelo matemático, que el tamaño del bebé fue el factor decisivo en su desaparición. Así, mientras otros mamíferos iban evolucionando y sus crías eran cada vez más grandes, los dinosaurios continuaban teniendo crías relativamente pequeñas (por las limitaciones físicas de los huevos) que acababan sucumbiendo antes especies más grandes.
Concretamente, los expertos indican que había crías de dinosaurio que salían del huevo con apenas 10 kilogramos de peso. Mientras, ya existían especies con crías por encima de hasta 30 toneladas, con las que tenían que competir por encontrar alimento.
En este sentido, el autor principal del estudio, Michael Clauss, ha apuntado que "hay de espacio en el ecosistema para especies pequeñas" pero no cuando se trata "de crías de animales de gran tamaño". A su juicio, el problema es que una especie que "reinó" durante millones de años y "no puede transformarse de repente en una de las pequeñas del ecosistema" y "acaba desapareciendo como grupo".
En cuanto a por qué los mamíferos no sucumbieron a una extinción, los científicos han señalado que "no tenían las mismas limitaciones de tamaño", además, mamaban de sus madres, lo que siempre les protegía hasta cierta edad a la hora de luchar por el alimento.
Además, han apuntado que después de la caída del meteorito "el poder alimentarse de la leche de sus madres les permitió hacer frente a la nueva vida después de la catástrofe medioambiental y evolucionar hacia nuevas especies".
Esta teoría se une a las muchas que existen sobre la desaparición de los dinosaurios. Desde hace siglos, los científicos discrepan sobre si los reptiles murieron antes o después de que un meteorito se estrellara contra la Tierra en lo que se conoce como el impacto del Cretácico-Terciario.