MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una empresa privada de Estados Unidos, Tri Alpha Energy, ha dado un paso hacia el desarrollo de la tecnología que puede contener gases a temperaturas altas como para sostener una reacción de fusión.
En concretos, físicos de esta compañía han tenido éxito en la construcción de un dispositivo que sostuvo una bola de hidrógeno y boro sobrecalentada durante cinco milisegundos, más tiempo que cualquier otro esfuerzo antes, probando que es posible mantener tales gases en un estado estacionario, informa la revista Science.
Un verdadero reactor de fusión, si se puede construir, por supuesto representaría un evento transformador para la Humanidad, ya que se cree que este tipo de reactores podría proporcionar la energía necesaria para aliviar nuestra dependencia del carbón y la fisión nuclear.
La idea es relativamente simple pero su aplicación ha demostrado ser difícil. Un gas se calienta a una temperatura suficientemente alta para que sus átomos pierdan sus electrones creando una masa de iones y electrones, es decir, plasma. Si esos iones topan entre sí con la suficiente fuerza, se fusionan, causando que parte de su masa se convierta en energía (como ocurre en el sol).
El truco consiste en calentar el gas a una temperatura tan alta que ningún material conocido podía sostenerlo. Para resolverlo, los investigadores tienen dos posibilidades principales, provocar una implosión que se produzca tan rápidamente que el material que sostiene no se vea afectada, o por el uso un campo magnético. Los investigadores de Tri alfa han utilizando el segundo enfoque, pero con un toque particular, consistente en poner imanes alrededor de una configuración de campo invertido en forma de cigarro, que permite disparar rayos de plasma en ángulos opuestos y acorralar el resultado con los imanes y electrodos.
Con este enfoque, informaron que fueron capaces de calentar el gas hasta 10 millones de grados centígrados y sólo pararon la máquina porque se quedaron sin combustible.
Aunque impresionante, la consecución por parte del equipo en California todavía está muy por debajo de los 3.000 millones de grados Celsius de temperatura necesaria para conseguir una reacción de fusión. El equipo planea cambiar la máquina por un modelo actualizado que, creen, les permitirá lograr un aumento de diez veces en la temperatura.