MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Físicos de la Complutense han participado en un estudio para superar la 'maldición' de Rayleigh, el límite de resolución que poseen las cámaras fotográficas, los telescopios o los microscopios
Así, este límite indica que, en el rango visible, la distancia mínima que se puede diferenciar es del orden de 0,1 micrómetro -una bacteria tiene un tamaño de 2 micrómetros-, "lo que supone grandes limitaciones para nuestra capacidad de ver detalles finos", según ha explicado el investigador del departamento de Óptica de la facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense de Madrid, Luis Sánchez Soto.
Sin embargo, el estudio publicado en la revista Óptica y llevado a acabo en colaboración con científicos de la Universidad Palack (República Checa) ha permitido que se alcancen resoluciones hasta 17 veces menores que la 'maldición' descrita por Lord Rayleigh.
Sánchez Soto ha indicado que las aplicaciones de este avance científico son "indudables" puesto que cualquier sistema de imagen mejorará de forma notable si se supera este límite.
"Los libros de texto de Óptica deben ser reexaminados y el conocido límite deberá ser retocado y puesto en un contexto más amplio", ha asegurado Sánchez Soto, que también es investigador en el Instituto Max-Planck para la Ciencia de la Luz en Erlangen (Alemania).
Asimismo, los experimentos que aparecen en el estudio demuestran que la 'maldición' de Rayleigh no es algo fundamental sino una consecuencia de no haber elegido una buena estrategia. "Hasta ahora, todos nuestros telescopios o microscopios observan directamente intensidad. Aquí proponemos un esquema que optimiza la información obtenible y permite sobrepasar ese límite", ha indicado el físico.