BERGEN (NORUEGA), 30 (EUROPA PRESS/Patricia Erroz)
La misión para el estudio de la Humedad del Suelo y la Salinidad del Océano (SMOS, Soil Moisture and Ocean Salinity) de la ESA no ha podido estudiar las imágenes de España que capturó entre diciembre y marzo de este año por interferencias de radiofrecuencia, que impedían una clara visualización del territorio, a pesar de que el satélite observa en una banda protegida. Así, la imagen se correspondería con la primera semana de marzo, cuando ya gran parte de los focos de interferencias estaban anulados.
"En diciembre, en las primeras imágenes, aparecían unas saturaciones en los datos que indicaban interferencias de radiofrecuencia. La banda de observación de SMOS es de 1.400 a 1.427 megaherzios. Una banda que está protegida para las experiencias de radioastronomía, para poder observar las respuestas y las emisiones del resto del Universo y también mirar a la Tierra. Pero muchas veces, por desconocimiento o por equipos defectuosos la mayor parte de ellas, hay emisiones que invaden esta zona del espectro y eso es lo que ha sucedido en España", ha explicado el investigador de la Universidad de Valencia y principal seguidor del fenómeno, Ernesto López Baeza, en una entrevista concedida a Europa Press.
En el marco del Congreso 'Living Planet Symposium 2010' de la ESA, celebrado en Bergen (Noruega) hasta este viernes, López Baeza ha puntualizado que este fenómeno también ha tenido lugar en Grecia, Oriente Medio, China, e incluso Francia o Alemania. Sin embargo, toda América estaba libre, salvo unos puntos que muy controlados, como consecuencia del llamado 'cinturón antimisiles'.
Así, la ESA ha trabajado de forma cercana con organizaciones internacionales y autoridades nacionales para solventar el problema. Concretamente, se puso en contacto con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, y que tiene la representación de España en la ESA, y posteriormente con la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI), del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, para identificar y caracterizar las fuentes de estas interferencias.
Por su parte, investigadores del CESBIO francés, el principal instituto encargado del seguimiento de los datos del SMOS destaca en su última entrada de blog, el pasado 20 de abril, que gracias a la ayuda del CDTI muchas de las interferencias encontradas han sido apagadas, procedentes en su mayoría de transmisiones de civiles en la banda protegida. En este sentido, destaca las "más fuertes" registradas en España, que tienen lugar en Cáceres.
"Todavía quedan poderosas interferencias en el País Vasco y Valencia que esperemos que igualmente sean apagadas", puntualiza el blog. En este sentido, el profesor López Baeza ha señalado que a día de hoy estos problemas han sido resuelto y que de hecho se están reprocesando las imágenes tomadas entonces para poder estudiarlas.
"Han conseguido detectar hasta quince puntos en la Península, los emisores de estas interferencias, que uno a uno los han ido eliminando. Sólo queda uno al sur de la ciudad de Valencia. En estos casos suelen ser radioenlaces, repetidores y amplificadores de la señal de TDT, entre otros, que tenían alguna imperfección e invadieron esta banda. También ha sido el caso de un pueblo muy pequeño cuyo ayuntamiento tenía una red inalámbrica de adsl que producía esas interferencias", ha subrayado el científico.
No obstante, ha recalcado que el problema está ya solucionado. "Esto es como si mirases directamente al Sol y no se ve nada y si te pones unas gafas sí. Aquí pasa lo mismo, si hay una emisión desde el suelo que tiene una intensidad mayor, lo que ocasionaba y producía era una saturación sobre toda la Península", ha argumentado, al tiempo que ha agradecido a la SETSI su especial interés y colaboración por solventar el problema "de forma tan rápida".
SMOS es la siguiente misión de la serie Earth Explorer de la ESA tras el éxito del lanzamiento del Explorador del Campo Gravitatorio y de la Circulación Oceánica (GOCE). Precisamente, es el encargado de medir la concentración de humedad en el suelo y de sal en los océanos para comprender mejor el ciclo del agua y conocer con mayor profundidad cómo el cambio climático puede estar afectando a los patrones de evaporación en los océanos y en la Tierra. Los datos de la salinidad de las aguas superficiales de los océanos también aportarán más datos al conocimiento sobre la circulación de los océanos, que constituye un factor importante en la moderación del clima.
UN SATÉLITE CON SELLO ESPAÑOL
El Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha financiado la participación de España en este proyecto, que asciende a casi el 40 por ciento del presupuesto total. Así, EADS-CASA España ha liderado el desarrollo del instrumento espacial MIRAS, en el que han colaborado gran parte de las empresas españolas del sector y otras procedentes de hasta diez países europeos.
En declaraciones a Europa Press, el ingeniero de prestaciones de EADS-CASA, Josep Closa, ha explicado que SMOS es el programa de mayor envergadura científica, tecnológica e industrial desarrollado hasta la fecha en España para la ESA, al tiempo que ha recalcado que este satélite medirá la humedad del suelo y la salinidad de los océanos con el instrumento MIRAS (Microwave Imaging Radiometer using Aperture Synthesis).
"Esta herramienta mide la temperatura de brillo, la radiación que emite cualquier cuerpo por tener una determinada temperatura. Entonces lo que retorna de la Tierra podemos adivinar tanto la salinidad de los océanos como la humedad de la Tierra, objetivos de la misión de SMOS", ha señalado el experto.
Concretamente, MIRAS tiene un diámetro de ocho metros, una vez desplegados los tres brazos, y una masa total del satélite de 350 kilogramos. A juicio de los expertos ha supuesto un "auténtico reto tecnológico" al utilizar técnicas novedosas de medida no probadas con anterioridad en el entorno espacial. De hecho, hasta la fecha no ha sido posible hacer las mediciones de éstos parámetros desde el espacio de manera global, ha concluido Closa.