MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de los Museos de Historia Natural de Londres (NHM, por sus siglas en inglés) y del Museo Finlandés de Historia Natural de la Universidad de Helsinki han descubierto que los parientes silvestres de las berenjenas proceden de África. Este descubrimiento se ha publicado en un estudio difundido en el 'American Journal of Botany'.
Al comparar las secuencias del ADN del plastoma de la berenjena y de 22 especies directamente relacionadas con ella, el grupo de investigadores mostraron cómo un solo evento dio lugar a dos linajes, uno que comprende un grupo africano de especies y el otro el progenitor silvestre de la berenjena domesticada.
De esta manera, los investigaciones han descubierto que el grupo que contiene los parientes de la berenjena se originó en el noreste de África hace unos dos millones de años y han indicado que después de ello, las plantas se dispersaron tanto hacia el este como hacia el Asia tropical y hacia el sur hacia el sur y el oeste de África.
Concretamente, en Asia tropical, el evento de dispersión dio lugar a una especie que los científicos llaman 'Solanum insanum' y a partir de las poblaciones de esta especie silvestre, la berenjena fue domesticada más tarde. Sin embargo, lo que sorprendió a los investigadores fue el hecho de que la dispersión del grupo a Asia parecía ser el resultado de un único evento de dispersión desde el norte de África hasta Asia tropical, en lugar de una expansión lineal paso a paso desde África a Asia, como se creía anteriormente.
Por todo ello, los científicos han indicado a través del estudio que algunos de los parientes salvajes africanos de la berenjena tienen distribuciones "extremadamente amplias", como la especie de 'Solanum campylacanthum', que va desde Kenia hasta Sudáfrica.
ALIMENTACIÓN DE LOS ELEFANTES AFRICANOS
Además, durante la investigación de los factores que podrían explicar esta amplitud, los científicos descubrieron que podía tener algo que ver con la dispersión de las semillas. De esta manera, el elefante africano y el impala, ambos habitantes de las sabanas africanas y con rangos históricos de distribución que abarcan el continente, son conocidos por comer los frutos y dispersar las semillas de estos parientes silvestres de berenjena.
Por todo ello, los investigadores apuntan que si se diera el caso que de la especie de elefantes africanos se redujera por culpa de las actividades humanas, los parientes silvestres de la berenjena podrían sufrir. "Si queremos asegurar la producción de berenjena aprovechando el conjunto de genes de sus parientes silvestres, tenemos que proteger las poblaciones de elefantes africanos", indica el investigador del Museo Finlandés de Historia Natural de la Universidad de Helsinki, Péter Poczai.