Las apariencias engañan con el anillo B de Saturno

Saturno
NASA/JPL-CALTECH/SPACE SCIENCE INSTITUTE
Actualizado: miércoles, 3 febrero 2016 10:36

   MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Podría pensarse que, en los anillos de Saturno, las áreas más opacas contienen más material que los lugares donde los anillos parecen más transparentes. Pero esta intuición no se cumple.

   En un estudio de los anillos a partir de datos de la misión Cassini de la NASA, científicos encontraron la sorprendentemente poca correlación entre la forma densa con que puede mostrarse un anillo --en términos de su opacidad y reflexividad-- y la cantidad de material que contiene.

   Los nuevos resultados se refieren al anillo B de Saturno, el más brillante y opaco brillante de los anillos de Saturno, y son consistentes con estudios previos que encontraron resultados similares para otros anillos principales de Saturno.

   Los científicos descubrieron que, mientras que la opacidad del anillo B varia en gran cantidad a lo ancho, la masa - o cantidad de material - no varió mucho de un lugar a otro. Ellos "pesaron" el centro casi opaco del anillo B por primera vez - técnicamente, determinaron su densidad de masa en varios lugares - mediante el análisis de ondas de densidad espiral. Se trata de características del anillo a escala fina creadas por la gravedad que atrae hacia los anillos partículas de las lunas de Saturno, y la propia gravedad del planeta. La estructura de cada onda depende directamente de la cantidad de masa en la parte de los anillos donde se encuentra la onda.

   "En la actualidad está lejos de ser claro cómo las regiones con la misma cantidad de material pueden tener tales opacidades diferentes. Podría ser algo relacionado con el tamaño o la densidad de las partículas individuales, o podría tener algo que ver con la estructura de los anillos" dijo Matthew Hedman, científico de la misión Cassini, de la Universidad de Idaho, y coautor de un estudio sobre este particular.

   "Las apariencias pueden ser engañosas", explica Phil Nicholson, coautor del trabajo y científico de la Universidad de Cornell. "Una buena analogía es cómo un banco de niebla es mucho más opaco que una piscina, aunque la piscina es más densa y contiene mucha más agua.", explica en un comunicado de la NASA.

   La investigación sobre la masa de los anillos de Saturno tiene implicaciones importantes para su edad. Un anillo menos masivo evolucionaría más rápido que un anillo que contiene más material, llegando a ser oscurecido por el polvo de meteoritos y otras fuentes cósmicas más rápidamente. Por lo tanto, cuanto menos masivo es el anillo B, más joven podría ser, al vez unos cientos de millones años, en lugar de unos pocos millones.

   "Pesando el núcleo del anillo B, por primera vez, este estudio da un paso significativo en nuestra búsqueda para reconstruir la edad y el origen de los anillos de Saturno", dijo Linda Spilker, científica del proyecto Cassini en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Pasadena, California. "Los anillos son tan magníficos e imponentes que es imposible para nosotros resistirnos al misterio de cómo llegaron a crearse".

   Hedman y Nicholson utilizaron una nueva técnica para analizar los datos de una serie de observaciones con el espectrómetro de cartografiado en luz visible e infrarroja de Cassini, que miró a través de los anillos hacia una estrella brillante. Mediante la combinación de múltiples observaciones, fueron capaces de identificar las ondas de densidad espiral en los anillos que no son evidentes en las mediciones individuales.

   El análisis también encontró que la masa total del anillo B es inesperadamente baja. Fue sorprendente, dijo Hedman, debido a que algunas partes del anillo B son hasta 10 veces más opacas que el vecino anillo A, pero el anillo B puede pesar sólo dos o tres veces la masa del anillo A.

   El estudio ha sido publicado en línea por la revista Icarus.

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