MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ESA busca hace más de una semana la ubicación del aterrizador Philae, que al llegar al cometa 67P el día 12 rebotó y acabó en un lugar no determinado, cuya falta de luz impidió recargar baterías.
Además de las búsquedas visuales con las cámaras OSIRIS y NavCam en órbita del cometa a bordo de la sonda nodriza Rosetta, los datos recibidos del experimento CONSERT están ayudando a los científicos a aproximarse al lugar de aterrizaje final de Philae.
CONSERT (Comet Nucleus Sounding Experiment by Radio wave Transmission), es un experimento que trabaja desde Philae y la propia sonda Rosetta. Funciona mediante la transmisión de señales de radio de la nave al módulo de aterrizaje, y cuando la geometría es correcta, las señales pasan a través del núcleo del cometa, permitiendo analizar su interior.
Las señales se reciben en el módulo de aterrizaje, donde se extraen algunos datos, y luego se transmite la señal de vuelta a la nave, informa el blog de la misión. A medida que las ondas de radio pasan a través de diferentes partes del núcleo del cometa, se producen variaciones en el tiempo de propagación y amplitud, lo que puede determinar varias propiedades del material interno y realizar una especie de tomografía.
Las mediciones realizadas de este modo permiten restringir la búsqueda a la banda que se presenta en la imagen. La determinación de la zona de aterrizaje depende del modelo subyacente utilizado para determinar la forma del cometa, lo que resulta en dos regiones candidatas marcados. Una mide unos 350 metros de largo por 30 de ancho. La otra es sensiblemente más pequeña.
Ahora, las imágenes de alta resolución de la cámara OSIRIS intentarán revelar dónde esta Philae con exactitud.
@CIENCIAPLUS