MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Goddard Space Flight Center de la NASA ha desarrollado un modelo destinado a mostrar cómo fue la Luna en sus inicios, al parecer con una atmósfera resultado de un océano de roca fundida vaporizada.
El estudio de las rocas del área entre el lado cercano y lejano de la Luna podría reforzar su teoría, y si se confirma, podría afectar a las teorías sobre cómo Luna se formó.
Un consenso entre los científicos espaciales sostiene que un objeto aproximadamente del tamaño del Marte moderno se estrelló contra la Tierra hace miles de millones de años, arrojando material superficial en el espacio, material que eventualmente se unió para convertirse en nuestra luna. Pero lo que sucedió entre el momento en que la Luna se formó y ahora es aún más bien un misterio.
Una colisión entre objetos masivos crearía mucho calor, lo que significa que, si tal colisión condujo a la formación de la Luna, ambos habrían estado extremadamente calientes durante un largo período de tiempo a partir de entonces.
En este nuevo esfuerzo, los investigadores han utilizado los resultados de trabajos anteriores, como el examen de las rocas de la Luna, para construir un modelo que creen que posiblemente podría representar la historia real de la Luna poco después de su formación, sobre la base de una colisión tipo Marte .
Los investigadores informan en arxiv.org que su modelo muestra la Luna cubierta con un espeso océano de roca fundida. Bajo tal escenario, los átomos volátiles (posiblemente el sodio) se habrían vaporizado, eventualmente formando una atmósfera. Pero debido a que sólo un lado de la Luna se enfrentaba a la Tierra, la atmósfera habría sido muy diferente en sus lados cercano y lejano.
El modelo mostró que gran parte de la atmósfera más cercana a la Tierra se vaporizó debido al calor del planeta cercano. También mostró grandes diferencias de temperatura entre los lados lejano y cercano de la luna, una situación que habría dado lugar a vientos muy fuertes, lo suficientemente fuertes como para causar ondas en la superficie caliente del océano de roca fundida.
Pero, entonces, el modelo muestra la Luna enfriándose lentamente y, de esa menera, algunas rocas saltaron a la superficie. Un mayor enfriamiento permitió que más rocas flotaran a la superficie, formando finalmente una corteza. Una vez que eso sucedió, la atmósfera se disipó a medida que se evaporaba del océano y el océano se solidificaba.
Si tal escenario es cierto, los investigadores señalan que las pruebas habrían quedado atrás: mayores concentraciones de sodio, por ejemplo, en las rocas que se encuentran en la zona de separación entre los lados cercano y lejano de la Luna. Las futuras misiones a la Luna podrían estudiar tales rocas, añaden, y si las concentraciones de sodio coinciden con el modelo, podría dar cierta credibilidad al escenario que el modelo representa.