MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las investigaciones de la sonda Rosetta de su cometa continúan mientras se acerca el perihelio -el punto más cercano al Sol- cuando se espera que la actividad del cometa llegue a su punto más alto.
Rosetta ha estado estudiando el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko durante más de un año, con observaciones de una explosión a finales de abril de 2014 y la revelación de la curiosa forma del cometa a principios de julio del año pasado.
Tras colocarse el 6 de agosto de 2014 a una distancia de 100 kilómetros del cometa de dos lóbulos, Rosetta ha pasado un año intenso de análisis de las propiedades de este cuerpo intrigante: el interior, la superficie y el polvo, gas y plasma que lo rodea
Los cometas son conocidos por estar hechos de polvo y hielo congelado. A medida que estos cuerpos helados son calentados por el sol, se convierten directamente en vapor, arrastrando gases y polvo del cometa junto con él. Juntos, el gas y el polvo crean una atmósfera difusa, o estado de coma, y las colas a menudo espectaculares se extienden decenas o cientos de miles de kilómetros en el espacio.
Aunque las observaciones terrestres pueden monitorear el desarrollo del estado de coma y la cola desde lejos, Rosetta tiene un asiento de primera fila para el estudio del origen de esta actividad directamente desde el núcleo. Un aspecto importante del estudio a largo plazo de Rosetta es ver cómo la actividad aumenta y disminuye a lo largo de la órbita del cometa.
El cometa cubre un viaje 6,5 años alrededor del Sol desde más allá de la órbita de Júpiter en su punto más lejano, a situarse entre las órbitas de la Tierra y Marte en el más cercano, informa la ESA.
Rosetta se encontró con el cometa a unos 540 millones de kilómetros. A un mes de su perihelio, esta distancia es mucho menor: 195 millones de kilometros. Actualmente viaja a alrededor de 120.000 kilómetros por hora en torno a su órbita. Rosetta y el cometa estarán a 186 millones de kilometros del Sol el 13 de agosto.
"El perihelio es un hito importante en el calendario de cualquier cometa, y más aún para la misión Rosetta, porque ésta será la primera vez que una nave espacial ha estado siguiendo un cometa desde cerca a medida que se mueve a través de esta fase de su viaje por el Sistema Solar", señala Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA.
"Estamos deseando que llegue el perihelio, después de lo cual vamos a seguir vigilando cambios en el núcleo, la actividad y el medio ambiente de plasma del cometa en el año después, como parte de nuestros estudios a largo plazo."