MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
En 1971, los astronuatas del Apolo 15 en órbita alrededor de la Luna fotografiaron algo muy extraño. Los investigadores lo llamaron 'Ina', y parecía los resultados de una erupción volcánica.
No hay nada extraño en que haya volcanes de la Luna. Gran parte de la superficie de la Luna está cubierta de antigua lava endurecida. Las principales características de la cara oculta del satélite, de hecho, son antiguos flujos basálticos depositados hace miles de millones de años cuando la Luna estaba sacudida por violentas erupciones. Lo extraño de Ina era su joven edad.
Los científicos planetarios han pensado durante mucho tiempo que el vulcanismo lunar llegó a su fin hace mil millones de años, y poco ha cambiado desde entonces. Sin embargo, Ina parecía notablemente reciente. Durante más de 40 años Ina sigue siendo un misterio, una "rareza" que nadie podía explicar.
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Resulta que el misterio es más grande de lo que nadie imaginaba. Utilizando el Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA, un equipo de investigadores dirigidos por Sarah Braden, de la Universidad Estatal de Arizona ha encontrado 70 localizaciones similares a Ina. Los llaman "Irregular Mare Patches" o IMP, para abreviar.
"El descubrimiento de nuevas cartacerísticas en el área de la superficie lunar fue emocionante" dice Braden. Resultan claramente diferentes de características más comunes, como los cráteres lunares de impacto, las fusiones de impacto y el material de las tierras altas", dice. "Realmente saltan a la vista", declara en un comunicado de la NASA.
En la Luna, es factible estimar la edad de un paisaje contando cráteres. La Luna ha sido marcada por una llovizna de meteoritos que ha sazonado la zona de cicatrices de impacto. Cuanto más viejo es un paisaje, más cráteres contiene.
PODRÍA HABER ERUPCIONES DE NUEVO
En algunos de los IMP se encuentran muy pocos cráteres, lo que sugiere que no superan los de 100 millones de años. Cien millones de años puede parecer mucho tiempo, pero en términos geológicos es sólo un abrir y cerrar de ojos. Los cráteres volcáncios encontrados por el LRO pueden haber entrado en erupción durante el periodo Cretácico de la Tierra, el apogeo de los dinosaurios. Algunas de las características volcánicas pueden ser aún más jovenes, de 50 millones de años, un tiempo en que los mamíferos sustituyeron a los dinosaurios como las formas de vida dominantes.
"Este hallazgo es el tipo de ciencia que, literalmente, va a reescribir los libros de texto que los geólogos han editado acerca de la Luna", dice John Keller, científico del proyecto LRO en el Centro de Vuelo Espacial Goddard.
Los IMP son demasiado pequeños para ser vistos desde la Tierra, con un promedio de menos de 500 metrosen su dimensión mayor. Es por eso, que a excepción de Ina, ninguna se conociera antes. Sin embargo, están generalizados en todo el lado cercano de la Luna.
"No sólo los paisajes son sorprendentes. Los PIM nos dicen algo muy importante acerca de la evolución térmica de la Luna", dice Mark Robinson, de la Universidad Estatal de Arizona, investigador principal de la cámara de alta resolución de LRO. "El interior de la Luna está más caliente de lo calculado previamente, quizás". Robinson no descarta la posibilidad de futuras erupciones.
@CIENCIAPLUS