MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Científicos han encontrado explicación al misterioso campo magnético observado por la nave Voyager 1 de la NASA, cuando se convirtió en la primera sonda en alcanzar el espacio interestelar.
A mediados de 2012, Voyager 1 envió varias indicaciones diferentes de que había atravesado el límite de la burbuja protectora masiva de nuestro sol inflada por el viento solar, la heliosfera, después de un viaje de 35 años. Pero los datos del campo magnético recogidos por la nave espacial no eran lo que los científicos esperaban ver.
En un estudio publicado ahora en la revista Astrophysical Journal Letters, científicos de la Universidad de New Hampshire ofrecen una explicación.
"Todavía hay detractores por ahí con respecto a que Voyager 1 ha cruzado a través de la heliopausa, el borde de la heliosfera", dice el astrofísico Nathan Schwadron, autor principal del estudio. "Y la razón de esta duda es que cuando la nave supuestamente rompió la heliopausa deberíamos haber visto algún tipo de cambio distintivo en el campo magnético de un medio a otro," dice Schwadron.
Para aumentar el misterio, los investigadores encontraron que la dirección del campo magnético observado en el espacio interestelar local se desvió en un ángulo de más de 40 grados con respecto a lo que se esperaba. Algunos científicos postularon que esta desviación era una indicación de que la Voyager 1 sigue estando incrustada en el viento solar dentro de la heliopausa.
Schwadron y sus colegas resolvieron las discrepancias mediante la triangulación de los cuatro conjuntos de datos diferentes reunidos por otras naves espaciales, incluyendo la misión Interstellar Boundary Explorer (IBEX) que en 2009 descubrió una "cinta" misteriosa de energía y de partículas que se cree está asociada con el campo magnético interestelar.
Los científicos descubrieron que la Voyager 1 --como un orientador a través del sistema solar exterior-- mide el campo magnético moviendo la aguja de una brújula con direcciones cardinales proporcionadas por la cinta dectatada por IBEX. El centro de la cinta es la dirección del "verdadero norte magnético" para el campo magnético interestelar prístino.
El estudio muestra que la dirección inicial del campo magnético observado por la Voyager 1 se desvía por la heliopausa, como una cuerda elástica envuelta alrededor de una pelota de playa. Por lo tanto, la nave espacial se mueve a través de una región especial del espacio en el que los campos magnéticos giran lejos del verdadero norte magnético.
Esto significa que si bien la Voyager 1 cruzó la heliopausa en 2012, todavía está viajando a través de esta región de campo magnético "turbia" y no llegará a la región "prístina" del espacio interestelar hasta al menos 2025.
"Nuestro análisis confirma dos cosas por primera vez: que el centro de la cinta IBEX es la dirección del campo magnético interestelar y, en segundo lugar, que la Voyager 1 está ahora más allá de la heliopausa".
Con el reciente descubrimiento, los científicos ahora saben que tendrán que esperar al menos otra década antes de que Voyager entre en la región del espacio interestelar que está fuera del alcance del sol. Desde los albores de la era espacial, la humanidad nunca ha pasado por este vasto ambiente prístino.