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MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El aterrizador Philae a bordo de la nave Rosetta se dirigirá finalmente al Sitio J, una región fascinante del cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko con un potencial científico único. La ESA ha tomado la decisión por la actividad cercana a esta zona del cometa y por el mínimo riesgo para el módulo de aterrizaje en comparación con los otros sitios candidatos.
El sitio J está en la "cabeza" del cometa, un mundo de forma irregular que es de poco más de 4 kilómetros de ancho en su punto más ancho. La decisión de seleccionar el sitio J como primario fue unánime. La alternativa de seguridad, Sitio C, se encuentra en el "cuerpo" del cometa.
Se planea que el aterrizador de cien kilos de peso alcance la superficie el 11 de noviembre, donde se llevará a cabo mediciones en profundidad para caracterizar el núcleo in situ, de manera totalmente sin precedentes, informa la ESA.
UN MUNDO OPERACIONALMENTE DIFÍCIL
Pero la elección de un lugar de aterrizaje adecuada no ha sido una tarea fácil. "Como hemos visto en las últimas imágenes en primer plano, el cometa es un mundo hermoso pero espectacular - es científicamente interesante, pero su forma hace que sea operacionalmente difícil", dice Stephan Ulamec, gerente del Philae Lander en el Centro Aeroespacial Alemán DLR.
"Ninguno de los cinco lugares de aterrizaje candidatos cumplía con todos los criterios operacionales al 100%, pero el sitio J es claramente la mejor solución."
"Vamos a hacer el primer análisis in situ de un cometa en este sitio, lo que nos dará una visión sin precedentes en la composición, estructura y evolución de un cometa", dice Jean-Pierre Bibring, un científico principal del aterrizador e investigador principal del instrumento CIVA.
"El Sitio J, en particular, nos ofrece la oportunidad de analizar el material prístino, caracterizar las propiedades del núcleo, y estudiar los procesos que impulsan su actividad."
La carrera para encontrar el lugar de aterrizaje sólo podría comenzar una vez Rosetta llegó al cometa, el 6 de agosto, cuando el cometa fue visto de cerca por primera vez. Para el 24 de agosto, a partir de datos recogidos cuando Rosetta estaba aún a cien kilómetros del cometa, se pudo identificar cinco regiones candidatas de cometas para su posterior análisis.
Desde entonces, la nave espacial se ha trasladado a unos 30 kilómetros del cometa, proporcionando mediciones científicas más detalladas de los sitios candidatos. En paralelo, los equipos han estado explorando opciones para llevar el módulo de aterrizaje hasta los cinco sitios de aterrizaje candidatos.