MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) - La nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) soltará la sonda Philae, el próximo 12 de noviembre, a 22 kilómetros del cometa 67P/Churiumov Guerasimenko y llegara a su destino, la superficie de la roca, 7 horas más tarde. Según ha explicado de visita en Madrid uno de los responsables científicos de la misión, Laurence O'Rourke, está previsto que Philae comience su viaje a las 09.30 hora española. Su velocidad será de unos 18 centímetros por segundo y completará su recorrido alrededor de las 17.30. Sin embargo, las confirmaciones de estos pasos llegarán algo más tarde a la Tierra. Así, tras separarse de Rosetta, el equipo de control no tendrá contacto con la sonda hasta dos horas después, mientras que, una vez en su destino, la señal que determinará el éxito de la misión tardará unos 28 minutos, por el retardo de las comunicaciones a tanta distancia. Todo este proceso colocará a Philae en el sitio elegido, el pasado mes de septiembre, para estudiar a 67P/Churiumov Guerasimenko O'Rourke ha explicado que este lugar fue elegido por su buena iluminación "necesaria para dar energía a la sonda para realizar su trabajo", porque las 7 horas de viaje se consideran poco tiempo "y supone menor gasto de batería", por su superficie plana y porque tiene un gran interés científico. En este sentido, ha apuntado que este lugar tiene acantilados y rocas de 12 metros de alto, así como una buena combinación de hielo y polvo en su superficie. "Es una zona con muchos retos", ha apuntado. DESPUÉS DEL ATERRIZAJE Philae comenzará a trabajar nada más desprenderse de Rosetta. El científico de la misión, Miguel Pérez de Ayúcar, ha indicado que en el trayecto que le separa de la roca se pondrá a prueba el magnetómetro, encargado de determinar la orientación y la estructura magnética de la superficie. También comenzará a funcionar el instrumento llamado CONSERT, que determinará la gravimetría del cuerpo. Una vez en la superficie de 67P/Churiumov Guerasimenko. La sonda se anclará a este cuerpo a través de unos arpones, unos aparatos que también servirán para saber cuál es la composición del terreno en el que se sujetan. Del mismo modo, CONSERT ayudará a conocer la estructura interna del cometa. Destacar entre los instrumentos que posee la sonda, el taladro, con el que se ahondará en la corteza del cometa con una profundidad de hasta 20 centímetros. El material que recoja será analizado por otros instrumentos que posee. Pérez de Ayúcar ha explicado que la sonda "no tiene instrumentos para detectar vida directamente", pero sí analiza "sus componentes químicos", a través de los cuales se puede saber "si están relacionados con la vida tal y como se conoce ahora", como, por ejemplo, los aminoácidos. En cuanto al proceso del estudio, ha indicado que 67P/Churiumov Guerasimenko gira cada 12 horas, de manera que la sonda queda fuera del alcance de Rosetta --con la que se comunica para enviar los datos a la Tierra-- durante seis horas, es decir, se tiene contacto con Philae 12 horas al día. Por su parte, Philae no se puede mover a través de la roca, pero si girar ciertos grados sobre sí misma, de ahí que su trabajo se base en el terreno sobre el que se posa. O'Rourke no descarta hallar datos "sorprendentes" porque "es la primera vez que se hace una cosa así y es todo nuevo". El científico ha reconocido que sólo en el acercamiento a 67P/Churiumov Guerasimenko ya se han descubierto muchas cosas que no se sabían de este cuerpo, como el gas que expulsa desde su superficie o que su terreno tiene un mayor porcentaje de polvo que de hielo. TRES MESES SOBRE EL COMETA Los proyectos preparados para Philae deberán hacerse en los tres meses siguientes a su aterrizaje, ya que el cometa se irá acercando al Sol, cuyo máximo se producirá en agosto de 2015, y el aparato no podrá soportar las temperaturas a las que se va a exponer. A pesar de ello, la ESA ha alargado la misión hasta diciembre de 2015 y Pérez de Ayúcar no descarta que se pueda prolongar hasta 2016. En este sentido, los científicos han explicado que "Philae es sólo la guinda de la tarta" y que Rosetta aún tiene mucho que aportar hasta que se convierta en 'basura espacial' cerca de Júpiter, cuando ya no pueda recoger suficiente energía del Sol. Desde su lanzamiento, hace 10 años, la ESA ha invertido en este proyecto 1.000 millones de euros. Se trata de una iniciativa que se va a dirigir desde el centro ESOC en Alemania, pero la coordinación de la parte científica se realiza desde el centro ESAC en Madrid. O`Rourke ha destacado la importancia de esta misión para la agencia europea y el trabajo que se ha puesto en ella. En este sentido ha apuntado que, por ejemplo, la elección del 12 de noviembre como fecha de aterrizaje de Philae se sabe "desde hace años". "Ese día la temperatura del Sol tiene la temperatura justa para aportar a la sonda la energía suficiente para su trabajo", ha concluido.