MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un investigador de la Universidad de Alberta ha generado simulaciones 3D de corrientes en chorro y tormentas en Júpiter y Saturno, ayudando al conocimiento de la dinámica planetaria.
Los resultados facilitan una comprensión más profunda de tiempo planetario y proporcionan pistas sobre la dinámica de los patrones climáticos de la Tierra, evidenciados en las corrientes en chorro y las corrientes oceánicas.
"Desde las observaciones de pioneros del telescopio como Giovanni Cassini a mediados del siglo XVII, los astrónomos se han preguntado acerca de las bandas y manchas de Júpiter", dice Moritz Heimpel, profesor de Física en la Universidad de Alberta (Canadá), cuyo estudio ha producido las simulaciones de los fenómenos observables. Las bandas que indica su modelo apuntan a corrientes en chorro donde los puntos significan tormenta. Heimpel estudia la dinámica entre ambos fenómenos.
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"El ciudadano medio ahora puede recoger un telescopio de aficionado y ver estas estructuras. Sin embargo, incluso en la era presente con la nave espacial Cassini que orbita Saturno y la nave Juno que se acerca a Júpiter, hay un debate considerable sobre la dinámica de la atmósferas de los planetas gigantes", señala Heimpel.
Simulaciones de capas superficiales han tenido dificultades para reproducir adecuadamente las corrientes en chorro de Júpiter y Saturno, mientras que los modelos de flujo profundo anteriores no reprodujeron vórtices. Heimpel y sus colegas han llevado este desafío al siguiente nivel, utilizando ecuaciones de dinámica de fluidos y supercomputadoras para producir simulaciones más realistas del origen de ambas fenómenos.
"Uno de los grandes problemas que tenemos es la profundidad de dicas estructuras", dice Heimpel. "Estas tormentas se incrustan en las corrientes en chorro, y no hay superficie sólida para detenerlas. Nuestras simulaciones implican que las corrientes en chorro se hunden profundamente en el interior, mientras que las tormentas son más bien superficiales." A diferencia de las grandes tormentas en la Tierra, que finalmente pierden fuerza después del encuentro con una masa de tierra, las tormentas planetarias pueden continuar durante siglos.
Heimpel afirma que su investigación cobrará impulso con la llegada a Júpiter de la nave Juno de la NASA el próximo verano, y con la nave Cassini moviéndose en una órbita polar de Saturno en 2017. "Serán clave para verificar algunas de las predicciones de nuestras simulaciones por ordenador. Y lo más importante, dará lugar a nuevas cuestiones y controversias que vamos a abordar con un análisis cada vez más sofisticado".