MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Fuerza Aérea de Estados Unidos trabaja en un microsatélite que será envíado a la Estación Espacial con el objetivo de chequear satélites, realizar pequeñas reparaciones o repostaje de combustible.
El proyecto, que estará listo para 2017, persigue evitar a los astronautas maniobras en el exterior que pueden resultar peligrosas si algo sale mal. El microsatélite está siendo desarrollado por el Hanck Pernicka, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri, que ganó un concurso convocado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
La nave espacial se compone de dos microsatélites --MR SAT y MRS SAT-- unidos desde el lanzamiento hasta su llegada a la estación espacial. Después, el brazo robótico del complejo orbital alejará la nave para comenzar la primera prueba. MR SAT empujará a MRS SAT MRS mediante micro-propulsores para mantener una distancia de 10 metros entre los dos. MR SAT entonces comenzará a orbitar MRS SAT, tomándole fotografías con sus dos lentes estereoscópicas.
Fabricado en aluminio mecanizado, pesará menos de 45 kilos cuando esté completamente ensamblado. Ambas partes estarán cubiertas de paneles solares para ayudar a administrar los sistemas eléctricos, y MR SAT tendrá además un tanque de combustible lleno de propelente.
LA TRAGEDIA DEL COLUMBIA
"Tendrá aplicaciones para muchas cosas", dice Pernicka del microsatélite. "Se podrá comprobar si hay daños, como los que condenaron al transbordador espacial Columbia". Las losetas del escudo térmico del Columbia se desprendieron en el lanzamiento. Al reentrar en la atmósfera después de terminar su misión, este problema provocó que el transbordador se desintegrara matando a todos a bordo.
El microsatélite generador de imágenes pudo haber comprobado los daños, dice Pernicka, antes de que el transbordador comenzase su viaje a casa, dando tiempo a la NASA a hacer un plan para reparar los daños.
Más allá del factor humano, la nave de Pernicka tiene aplicaciones demás son de interés para la Fuerza Aérea. "Puede comprobar el estado de los satélites espías, fijar componentes que han quedado fuera de la alineación y comprobar si hay escombros", dice.
Aunque sólo está diseñado para estar en órbita durante cuatro meses, Pernicka espera mantener contacto con la nave entre dos y cuatro años, antes de que inicie una órbita decadente alrededor del planeta.