MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
Nuevos cálculos sugieren que vastas redes de valles que tejen las tierras altas del sur de Marte pueden haber sido talladas por un sorprendentemente pequeño volumen de agua.
El estudio, publicado en Planetary and Space Science, encuentra que el volumen mínimo de agua necesario para tallar los valles podría haber fluido tan sólo de unos pocos cientos a 10.000 años. Los resultados son consistentes con la idea de que el Marte primitivo pudo haber sido frío y helado, con agua fluyendo de forma esporádica en la superficie en respuesta a cambios climáticos a corto plazo, dicen investigadores de la Universidad de Brown.
"Las redes de valles representan gran parte de la evidencia de por qué muchos científicos piensan que el antiguo Marte era cálido y húmedo, lo que implica que había una gran cantidad de agua fluyendo por un largo período de tiempo, tal vez de millones de año", dijo Jim Head, co-autor del nuevo estudio.
"Pero este análisis sugiere que los valles podrían haber sido tallados por un menor volumen de agua durante un período potencialmente más corto de tiempo. Eso nos da una orientación acerca de tratar de entender lo que realmente estaba pasando con el clima del Marte primitivo."
Las redes de valles marcianos fueron descubiertas por primera vez durante la misión Mariner 9 en la década de 1970. Los canales de ramificación, normalmente de hasta cuatro kilómetros de ancho, a menudo se extienden por miles de kilómetros a través de las tierras altas del sur, entre las superficies más antiguas en el planeta rojo".
Las aguas que tallaron los valles se cree que dejaron de correr hace 4.000 millones de años. Eso hace que averiguar hasta qué punto el agua fluyó a través de los valles se "un cálculo muy difícil de hacer", dijo Eliott Rosenberg, un estudiante de pregrado en Brown, quien dirigió la investigación.
Para empezar, Rosenberg tenía que averiguar exactamente cuánto sedimento había sido excavado desde los valles. Él utilizó datos del Mars Orbiter Laser Altimeter (MOLA) para tener una sección transversal media de los valles.
La parte más difícil, sin embargo, era averiguar la cantidad de agua necesitaría para mover ese volumen de sedimento. Una forma de hacerlo requiere la estimación de la proporción de sedimentos y agua que viajó a través de los valles por unidad de tiempo. Dado que los ríos se han ido, los investigadores anteriores sólo podían hacer conjeturas sobre esa relación. Rosenberg quería encontrar algo un poco más concreto.
CRUZÓ DATOS CON UN ESTUDIO TERRESTRE
En el curso de su investigación, se encontró con un informe elaborado por el Departamento de Transporte de Texas que evaluaba cómo los diferentes tipos de túneles de drenaje son capaces de manejar los flujos de sedimentos. Dentro de ese informe, había datos en bruto sobre el transporte de líquidos y sedimentos para un gran número de ríos y arroyos. Utilizando estos datos, Rosenberg descubrió que podía obtener una estimación fiable de la relación fluido / sedimentos si podía averiguar la fuerza de la corriente.
"La fuerza de la corriente a través de los valles resulta ser algo que podemos estimar", dijo Rosenberg. "Es una función de la corriente de los arroyos --que podríamos obtener de los datos de MOLA-- así como la profundidad de la corriente y el tamaño de los granos en el lecho del río, ya que afecta a la rapidez con que el agua puede fluir y cuánto sedimento puede recoger ", dijo Rosenberg.
Usando la morfología de los valles y las ecuaciones hidrológicas establecidas, Rosenberg calcula que la profundidad de los antiguos ríos marcianos sería de entre 1 y 16 metros de profundidad y un tamaño mínimo de grano sedimentario de entre 1 y 6,2 milímetro. El tamaño de grano producido por los cálculos teóricos resulta ser similar al gallado por el rover Curiosity en el cráter Gale, una buena confirmación del enfoque teórico.
Utilizando esos números, Rosenberg fue capaz de estimar la fuerza del flujo de los ríos marcianos. A continuación, podría utilizar los datos en bruto de los ríos en la Tierra para estimar un volumen total de agua.
Los cálculos arrojaron un volumen de entre tres y 100 GEL (capa equivalente global). GEL es un término comúnmente utilizado cuando los científicos debaten sobre el agua en Marte. Esto significa que si uno fuera a tomar toda el agua que fluía a través de los valles en el tiempo y la extendiera uniformemente por la superficie marciana, tendría entre tres y 100 metros de profundidad. Esto puede sonar como una gran cantidad de agua, pero en realidad es una muy pequeña cantidad, dicen los investigadores. Marte es considerado como un lugar muy seco en la actualidad; sin embargo, su inventario actual de agua indica que la mayor parte se encuentra atrapada en los casquetes polares congelados, y alcanza alrededor de 34 metros GEL.
"Esto significa que la cantidad de agua que se calcula puede haber fluido a través de los valles está en el mismo orden que la cantidad de agua en el planeta hoy en día", dijo Head. "La implicación aquí es que los valles bien pueden haber sido tallados por un volumen mucho menor de agua de la que mucha gente pensaba."