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MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El año pasado se produjeron casi 48,9 millones de toneladas métricas de productos eléctricos y electrónicos usados, lo que supone un promedio de 7 kilogramos por cada uno de 7.000 millones de habitantes de la Tierra, según recoge un mapa del mundo de la basura electrónica, elaborado coincidiendo con un nuevo informe de la 'Iniciativa para resolver el problema de los desechos electrónicos' (STEP, en sus siglas en inglés), una asociación de organizaciones de Naciones Unidas, la industria, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y asociaciones científicas.
El torrente de desechos electrónicos es cada vez mayor y, según las tendencias actuales, los expertos de STEP predicen que en 2017, el volumen anual total se incrementará un 33 por ciento, alcanzando los 65,4 millones de toneladas de frigoríficos, teléfonos móviles, ordenadores, monitores, juguetes electrónicos y otros productos con baterías o cables electrónicos usados, el equivalente del peso de casi 200 edificios como el Empire State de Nueva York, en Estados Unidos, u 11 grandes pirámides de la ciudad egipcia de Giza.
Aunque la mayoría de estos productos electrónicos usados ??se desechan, según los autores de este mapa, poco a poco están mejorando los esfuerzos en algunas regiones para desviar parte de esta basura para el reciclaje y la reutilización. El mapa se puso en marcha coincidiendo con un nuevo informe complementario de STEP para caracterizar los flujos internos y transfronterizos de Estados Unidos de productos electrónicos usados.
El mapa, que presenta datos anuales comparables de 184 países, muestra la cantidad estimada de los aparatos eléctricos y electrónicos (AEE, cualquiera con una batería o un cable) puestos en el mercado y la cantidad resultante que posiblemente se convierta en desecho electrónico (es decir, una vez fuera de uso o tras su uso se almacena para su recogida por una empresa de reciclaje o eliminación de basura).
Al proporcionar una mejor idea de las cantidades de desechos electrónicos, se espera que la iniciativa para ayude a los gobiernos y las compañías a planear mejor la gestión de los desechos electrónicos. "Aunque hay una amplia información acerca de los negativos impactos ambientales y de salud de los métodos de reciclaje de desechos electrónicos primitivos, la falta de datos globales ha hecho que sea difícil comprender la magnitud del problema", dice Ruediger Kuehr de la Universidad de Naciones Unidas y secretario ejecutivo de STEP.
"Creemos que este mapa constantemente actualizado que muestra el volumen de basura electrónica por país, junto con los textos legales, ayudará a conducir a una mejor toma de conciencia y la formulación de políticas en los ámbitos público y privado", agrega este experto.
EEUU Y CHINA, A LA CABEZA
Este mapa de desechos electrónicos de STEP muestra que China y Estados Unidos estaban en 2012 en la cima del volumen total mundial del mercado de AEE, con 11,1 millones de toneladas y 10 millones de toneladas, respectivamente. Esas posiciones se invirtieron cuando se trata del volumen total de residuos electrónicos generados por año, con 9,4 millones de toneladas en Estados Unidos y 7,3 millones de toneladas en China.
Sin embargo, las dos mayores economías del mundo estaban muy distantes cuando se trataba de la cantidad de residuos electrónicos al año por persona: en Etados Unidos se registró un promedio de basura electrónica de 29,8 kilogramos por persona, seis veces superior a la cifra per cápita de China, que fue de 5,4 kilogramos.
Investigadores del Laboratorio de Sistemas de Materiales del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en sus siglas en inglés) y el Centro Nacional de Estados Unidos para el Reciclaje de Aparatos Electrónicos (NCER, en sus siglas en inglés) han desarrollado un informe publicado en conjunto con el mapa y financiado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos en apoyo de la estrategia nacional del Gobierno estadounidense para la administración de la electrónica.
El análisis muestra que se generaron aproximadamente 258.200.000 de unidades de ordenador enteras, monitores, televisores y teléfonos móviles en 2010 en Estados Unidos. Los teléfonos móviles son el componente más numeroso entre esas unidades, con 120 millones recolectados, mientras los televisores y los monitores de ordenador constituían una proporción importante del peso total.
A pesar del creciente interés y la preocupación en torno al movimiento transfronterizo de productos electrónicos usados en todo el mundo, hay una escasez de datos sobre sus movimientos. Aunque existe una multitud de diferentes fuentes de datos, se carece de conjuntos coherentes de información sobre productos electrónicos usados que salen los hogares y su movimiento debido a los desafíos inherentes a la obtención de dicha información, tanto en el mapa de STEP sobre basura electrónica como en este estudio de MIT y NCER.
Estos desafíos incluyen mecanismos limitados para la recopilación de datos, códigos comerciales diferentes, falta de definiciones consistentes para la clasificación y etiquetado de productos electrónicos usados, así como sus componentes, una supervisión reguladora mínima y un acuerdo limitado sobre las definiciones de los usos finales (es decir, la reutilización frente a reciclaje y reparación versus reciclaje) .
Dos terceras partes de las unidades usadas (56 por ciento del peso total) se recogieron para su reutilización o reciclaje y el 8,5 por ciento de las unidades recopiladas 3,1 por ciento del peso total) se exportan como unidades enteras. Esta cifra de exportación, con base en los datos comerciales, probablemente está en un extremo más bajo de la franja, ya que no todas las unidades completas se pueden enviar utilizando los códigos comerciales apropiados.
La investigación muestra que los artículos electrónicos más grandes, especialmente los televisores y monitores, se exportaron por tierra o por mar a destinos como México, Venezuela, Paraguay y China, mientras que los ordenadores usados, especialmente los portátiles, tenían más probabilidades de ir a países asiáticos, en concreto a zonas como Hong Kong, Emiratos árabes Unidos y Líbano. Los principales destinos de los teléfonos móviles eran Hong Kong y los países de América Latina y el Caribe, como Paraguay, Guatemala, Panamá, Perú y Colombia.