MADRID 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Reino Unido y Nueva Zelanda han descrito un "nuevo" tipo de erupción volcánica, que se da en las profundidades marinas. Las erupciones volcánicas son comúnmente categorizadas como explosivas o efusivas, y ahora se añade un tercer tipo, que serían las tangaroanas.
En una investigación publicada en Nature Geoscience, los investigadores de las universidades de Victoria, Wellington y el Centro Nacional de Oceanografía de Southampton han descubierto un tipo previamente indocumentado de erupción en los volcanes submarinos, observando los pequeños espacios ocupados por burbujas atrapadas en la roca volcánica.
Dentro de los volcanes, los gases se disuelven en el magma fundido como una función de las presiones muy altas y la química del magma. De la misma manera en que actúan los gases disueltos en las bebidas carbonatadas cuando se quita la tapa, cuando el magma es expulsado en forma de lava, se alivia la presión y los gases se expulsan formando pequeñas burbujas de gas llamadas "vesículas". En las erupciones explosivas estas vesículas se expanden tan rápidamente que fragmentan el magma, expulsando la lava violentamente, que se enfría y se solidifica para formar piedra pómez que puede ser lo suficientemente ligera para flotar en el agua.
En el aire la piedra pómez es, obviamente, asociada con erupciones violentas y explosivas. Por consiguiente, los volcanes submarinos flanqueados por alta presencia piedra pómez, también se han interpretado como que entraron en erupción explosivamente.
Pero los resultados de este estudio indican que hay un tercer estilo eruptivo único de volcanes submarinos, que no es ni efusivo ni explosivo.
"Mediante la documentación de la forma y la densidad de las burbujas en piedra pómez generadas por un volcán en una caldera submarina en el suroeste del Océano Pacífico - el volcán Macauley - encontramos grandes diferencias en el número y forma de las burbujas en muestras de guijarros de similar tamaño, diferentes a todo lo previamente documentado ", dijo el profesor Ian Wright, del Centro Nacional de Oceanografía, co-autor del estudio.
"Esta gama de densidades distintas de burbujas en estas muestras de piedra pómez indica que la lava en erupción de la caldera no era ni lo suficientemente vigorosa para una erupción explosiva, ni lo suficientemente suave como para un flujo efusivo".
El estudio propone que, en lugar de explotar en el cuello del volcán, la formación y expansión de las burbujas en el magma crea una espuma flotante, que se elevó hasta el fondo marino y luego se separó del volcán como burbujas de piedra pómez fundida pero con bordes refrigerados. Durante su ascenso a la superficie del mar, las vesículas dentro del interior fundido fueron creciendo a medida que la presión se reducía.
"Estos procesos explican la estructura única en la burbuja que se ve en las muestras analizadas, lo que sólo podría haber ocurrido con un estilo de erupción intermedio y en un entorno bajo el agua", dijo el profesor Wright.
"Llegamos a la conclusión de que la presencia de extensos depósitos de piedra pómez en los volcanes submarinos no indica necesariamente vulcanismo explosivo a gran escala".
Los autores proponen que este tipo de erupción se llamará Tangaroana, el dios maorí del mar, y el nombre del buque de investigación utilizado para recoger las muestras.