MADRID 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores han descubierto que un fenómeno de clima espacial común en las afueras de la burbuja magnética de la Tierra, la magnetosfera, tiene repercusiones mucho mayores para Venus. Explosiones gigantescas, llamadas anomalías de flujo de calor, pueden ser tan grandes en Venus como el planeta entero y pueden ocurrir varias veces al día.
"No sólo son gigantescas ", dijo Glyn Collinson , un científico espacial del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt. "Como Venus no tiene un campo magnético para protegerse a sí misma, las anomalías de flujo caliente suceden justo encima del planeta. Podrían tragarse el planeta entero".
Collinson es el primer autor de un artículo publicado en la revista Journal of Geophysical Research este mes de febrero. El trabajo se basa en las observaciones de la nave de la Agencia Espacial Europea Venus Express. Los resultados muestran el tamaño y la frecuencia de este fenómeno de clima espacial en Venus.
La Tierra está protegida del flujo constante de radiación del viento solar por su magnetosfera. Venus, sin embargo, no tiene esa suerte. Un planeta inhóspito y estéril, con una atmósfera tan densa que cualquier nave espacial que aterrizase sería aplastada en cuestión de horas, no tiene protección magnética.
Los científicos se hacen dos preguntas: ¿Qué sucedió de manera diferente en la Tierra para que sea un planeta que sustenta la vida en la actualidad ? ¿Cómo sería la Tierra sin su campo magnético ?
En la Tierra, las anomalías de flujo de calor no se producen dentro de la magnetosfera, sino que liberan energía a las afueras justo donde el viento solar es desviado, y pueden ser obligadas a regresar hacia el sol. Sin una magnetósfera, lo que sucede en Venus es muy diferente.
La única protección en Venus del viento solar es la capa externa de su atmósfera llamada ionosfera. Existe un equilibrio sensible a la presión entre la ionosfera y el viento solar, un equilibrio fácilmente perturbado por el torrente gigante de energía de una anomalía de flujo caliente. Las anomalías de flujo de calor pueden crear interrupciones dramáticas a escala planetaria, posiblemente chupando la ionosfera lejos de la superficie del planeta.