BRUSELAS 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
España se sitúa en el puesto 21 de 28 en gasto público en investigación entre 2007 y 2011 en la clasificación del conjunto de Estados miembros de la UE, según recoge el informe sobre el Área Europea de Investigación publicado este martes por la Comisión Europea.
El gasto público en investigación medido en términos de su peso en el presupuesto general de los países es negativo en España, así como en Italia, Irlanda, Reino Unido, Hungría, Rumanía y Letonia, los únicos que registran peor nota que España, según datos del informe publicado este lunes.
Además, los datos reflejan que España e Italia son los únicos dos donde el crecimiento en gasto público en investigación ha sido negativo a pesar de que los presupuestos generales de ambos países han registrado un aumento entre 2007 y 2011.
Los únicos países que destinan el 0,2% o más de su presupuesto a investigación entre 2007 y 2011 son Eslovaquia (0,4%), Malta (algo más del 0,2%) y Luxemburgo (0,2%), según los datos del informe.
En el caso del presupuesto para investigación para proyectos transnacionales, el informe pone de relieve que de media sólo el 3,8% se destinan a este tipo de proyectos y algo más del 1% en el caso de España.
En general, el gasto de los Gobiernos en investigación ha caído desde 2009 y se sitúa en el nivel más bajo en la actualidad desde el año 2002, con el 1,47% del gasto público de media en los Estados miembros dedicado a investigación en 2011 y el 1,3% del Producto Interior Bruto en el caso de España, menos de la mitad de lo destinado en 2007.
Aunque el aumento "considerable" de gasto público y privado en investigación y desarrollo en España entre 2000 y 2009, cuando empezó a caer, ha tenido "un impacto positivo" para la ciencia "no ha alentado la innovación de forma significativa", lamenta el informe.
"Necesitamos que todos los Estados miembros y todos los implicados en financiación en investigación y desarrollo den un enorme empuje al Área Europea de Investigación", ha defendido la comisaria de Investigación, Marie Geoghegan-Quinn, que ha defendido que el informe demuestra que "queda mucho trabajo por hacer" para lograr hacer realidad el mercado único europeo para investigación.
El informe no solo refleja la disminución del gasto público en I+D en algunos Estados miembros sino que también critica la dificultad a la cooperación transnacional en materia de investigación y algunas barreras financieras, políticas y de gestión para utilizar infraestructuras de investigación y cuyo coste de acceso, en ocasiones muy elevado, impide que investigadores de otros Estados miembro las empleen.
Otro de los problemas para avanzar en el mercado único de investigación reside en el hecho de que la contratación no siempre se da en base a los principios de apertura, transparencia y mérito ni se hace pública, según el informe, que critica que más de la mitad de las vacantes no se publican en el portal europeo EURAXESS, lo que dificulta la movilidad de investigadores.
Alrededor del 40% de investigadores asociados a institutos de Educación Superior europeos no están satisfechos con la publicación de las vacantes de puestos de investigación, según los resultados de la encuesta 'More2' publicados en paralelo. El 52% de los investigadores universitarios en el caso de España sí se mostró satisfecho con la publicación de las vacantes por parte de sus centros.
El informe también lamenta que se esté desaprovechando el talento de las investigadoras y constata que se trata del segundo sector donde menos se ha avanzado en la igualdad de género, así como el número relativamente reducido de investigadores empleados en la industria en Europa. El 45% de investigadores europeos están contratados en la industria, frente al 78% en Estados Unidos, el 74% en Japón y el 62% en el caso de China.
Sólo el 19,8% de los puestos académicos de alto nivel los ocupan mujeres en la actualidad y apenas ocupan el 15,5% de las instituciones de investigación, mientras que sólo el 10% de rectores son mujeres.