MADRID 9 May. (EUROPA PRESS) -
El telescopio espacial Hubble de la NASA ha descubiertolas atmósferas de un par de estrellas enanas blancas quemadas, 'contaminadas' con escombros de planetas. Este 'paisaje' se halla a 150 años luz de la Tierra en un cúmulo relativamente joven, Hyades, en la constelación de Tauro.
El descubrimiento, que ha sido publicado en 'Monthly Notices' de la Real Sociedad Astronómica, se ha producido tras las mediciones realizadas con el espectrógrafo de Orígenes Cósmicos de Hubble, en las que se observaron silicio y bajos niveles de carbono en la atmósfera las enanas blancas.
El silicio es un ingrediente importante del material rocoso que constituye la Tierra y otros planetas sólidos en el Sistema Solar, mientras que el carbono, que ayuda a determinar las propiedades y el origen de restos planetarios, por lo general se agota o está ausente en roca, en el material parecido a la Tierra.
El investigador principal del estudio, Jay Farihi, ha explicado que "el material que se ha captado demuestra que cuando nacieron estas estrellas, construyeron los planetas y ahora, tras la muerte de estas, se conservan los restos de algunos de ellos". En este sentido, ha apuntado que "los escombros observados son, al menos, tan rocosos como los organismos terrestres más primitivos del Sistema Solar".
Este descubrimiento sugiere que la creación de un planeta rocoso es común alrededor de las estrellas, y ofrece una visión de lo que ocurrirá en el Sistema Solar, cuando el Sol acabe muriendo dentro de 5.000 millones de años.
El científico ha señalado que, cuando el Sol se funda, el equilibrio de las fuerzas gravitatorias entre la estrella y Júpiter cambiará, lo que alterará el cinturón principal de asteroides. Los asteroides que están más cerca del Sol se romperán y los escombros podrían ser arrojados en un anillo alrededor del Sol muerto, el mismo paisaje observado por Hubble.
Según Farihi, usando Hubble para analizar las atmósferas de las enanas blancas es el mejor método para encontrar las firmas de la química para determinar la composición del planeta sólido.
"Normalmente, las enanas blancas son como pedazos de papel en blanco, que contiene sólo los elementos ligeros de hidrógeno y helio. Los elementos pesados como el silicio y el carbono se hunden hasta el fondo", ha indicado. Por ello, la 'contaminación' de estas estrellas será ahora estudiada a fondo, no sólo para conocer la composición de las rocas, sino también de sus órganos principales, ha concluido el investigador.