MADRID 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El mar cubriría hasta los pechos de la Estatua de la Libertad de Nueva York si en el futuro se derriten por completo los casquetes polares, según alertó la geóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Carlota Escutia, que desde el pasado 4 de enero lidera una expedición internacional en la Antártida que trata de reconstruir la historia del casquete polar antártico, formado hace 34 millones de años, mediante la perforación de sus suelos marinos.
"Si todos los casquetes polares se deshicieran tendríamos unos sesenta metros de subida del nivel del mar", explicó la investigadora española en declaraciones a Europa Press, al tiempo que comentó que este proyecto pretende valorar la estabilidad de la Antártida durante episodios de elevadas temperaturas y altas concentraciones de CO2 ocurridos en el pasado, y de esta forma prever su resistencia en el actual escenario de cambio climático.
"Estamos en la costa de la Antártida que está en frente de Australia haciendo una perforación de los fondos marinos y recolectando sedimentos que se han estado acumulando durante millones de años en las cuencas marinas. Es una aventura científica", apostilló.
En este sentido, indicó que antes de que existiera la Antártida la zona estaba poblada por bosques de coníferas y que gracias a un enfriamiento global se formó el continente antártico. Además, apuntó que el casquete polar ártico se formó posteriormente, por lo que durante millones de años tan sólo existió la Antártida.
Para ello, los 29 científicos de 14 nacionalidades, entre ellos tres españoles y uno de ellos procedente de un instituto japonés, realizarán hasta marzo un total de cuatro perforaciones en pozos marinos de hasta 1.400 metros de profundidad, para obtener muestras que contengan la evolución completa del casquete desde su origen.
Así, Escutia relata que una vez alcanzado el suelo marino se realizarán perforaciones de entre 200 y 1.400 metros, lo que permitiría recolectar cerca de 2.600 metros de sedimento marino. El 'Joides Resolution', como así se llama el buque, dispone de numerosos laboratorios donde los expertos descifran de forma preliminar sus componentes (microfósiles, partículas, campo magnético terrestre, entre otros) para posteriormente estudiarlos más a fondo en sus respectivos centros de investigación.
"El barco de perforación tiene su torre y una especie de tubería que se extiende hacia el fondo marino a través de la columna de agua. Ahora estamos haciendo el primer pozo y acabamos de pasar los primeros 650 metros de sedimento", concretó.
De hecho, señaló que es importante conocer de qué forma se 'ha comportado' el casquete a lo largo de la historia porque éste cuando se deshace causa una subida del nivel global del mar y también tiene mucha influencia en la circulación oceánica global de las aguas frías y profundas.
Igualmente, indicó que la Tierra ha sido más fría y más cálida de lo que es en la actualidad y que ésta como planeta no tiene problemas con el cambio de clima, pero sí el ser humano al contar con mucha actividad, como la agricultura, y un gran porcentaje vive en poblaciones costeras a las que afectaría ese cambio en el nivel del mar.
"Cada vez que se deshace un glaciar de la Tierra aumenta el nivel del mar, aquí tenemos las grandes masas de hielo terrestre y sabemos muy poco qué causa su deshielo y bajo qué condiciones se deshacen o no y de qué forma", agregó.
Asimismo, explicó que han podido comprobar gracias a los sedimentos recopilados hasta la fecha una "clara evidencia" de que hace unos quince millones de años hubo un calentamiento en la Tierra, pero en el que todavía no ha podido descifrarse de qué forma reaccionó el hielo en el momento.
La ruta de la nave, que partió el 3 de enero de Wellington (Nueva Zelanda), se dirige hacia el territorio Wilkes, en la parte oriental de la Antártida, al sur del océano Índico. Es la primera vez que se realizan perforaciones en este sector del continente. En los últimos 15 años, se han desarrollado dos expediciones de este tipo, una en la Península Antártica y otra en la bahía de Prydz. El viaje concluirá el próximo 9 de marzo en Hobart, la capital de la isla de Tasmania (Australia).
Este proyecto pertenece al Programa Internacional de Perforación Integrada del Océano (IODP, por sus siglas en inglés), un consorcio de investigación internacional dedicado al análisis de la historia de la Tierra a través del estudio de los sedimentos marinos y participado por 22 países, entre ellos España, que paga una cuota anual.
Los modelos climáticos actuales apuntan a que la transición de una Tierra cálida (sin casquetes de hielo) a una Tierra fría se originó por un descenso en la concentración de CO2 en la atmósfera. "Dada la tendencia actual de incremento de gases de efecto invernadero y el correspondiente aumento de las temperaturas globales, tanto atmosféricas como marinas, estudios sobre la estabilidad de los casquetes de hielos, como éste, resultan prioritarios", concluyó la experta del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (centro
mixto del CSIC y la Universidad de Granada).