MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) -
El administrador de la NASA, Charles Bolden, ha asegurado que el interés de la agencia espacial por llevar al ser humano a Marte "nunca ha sido mayor" que ahora. Durante una conferencia celebrada este martes en Washington, Bolden ha señalado que si el objetivo es que el ser humano aterrice en Marte en 2030 "no hay ya mucho tiempo que perder". "Hay que centrarse en un plan y comenzar a desarrollar las tecnologías necesarias", ha apuntado.
El dirigente de la NASA ha recordado que en la década de 1960 Estados Unidos aprovechó con éxito su deseo de ir a la Luna. A su juicio, "ahora está en el precipicio de una segunda oportunidad para seguir adelante con lo que es el destino del hombre: el paso a otro planeta".
A pesar de este entusiasmo, Bolden ha reconocido que el camino a Marte es "largo y difícil" porque existen dificultades científicas, tecnológicas, políticas y económicas. Así, ha indicado que el envío de astronautas al planeta rojo requerirá, probablemente, tres misiones.
La primera que lance la nave tripulada hasta Marte, otra que cargue con el 'habitat' y lo necesario para los astronautas durante su estancia y la última para poner en marcha el vehículo que tendrá que traerlos de vuelta a la Tierra, ha explicado un exadministrador Sistemas de Exploración, Doug Cooke.
En general, se enviarían alrededor de 200 a 400 toneladas métricas de equipos, una masa más o menos equivalente a la de la Estación Espacial Internacional (ISS). En este sentido, los expertos han explicado que la NASA ha sido capaz de aterrizar sólo 1 tonelada métrica a la vez, una hazaña conseguida con el rover Curiosity el pasado mes de agosto.
Aunque la fase 'entrada a Marte, descenso y aterrizaje' es uno de los elementos más difíciles de la misión, los científicos también han destacado la dificultad del regreso, cuando los astronautas tengan que despegar desde la superficie de Marte, así como el propio viaje a la Tierra.
EL REGRESO A LA TIERRA, EL MAYOR DESAFÍO
Para el director de la empresa Boeing, Mike Raftery, principal contratista de cohetes de carga pesada de la NASA, este es "uno de los mayores desafíos de una posible misión" al planeta vecino. "Tenemos que aterrizar una plataforma de lanzamiento en la superficie de Marte que esté lista para poner en marcha el equipo de vuelta a la Tierra", ha explicado.
Además del sistema de lanzamiento, los diferentes equipos deberán llevar sus propios sistemas de soporte de vida, medicamentos, alimentos, sistemas de comunicaciones y equipos de navegación. Sin embargo, los viajeros espaciales no serán capaces de llevar todo lo que necesitan.
En su lugar, tendrán que enviar por adelantado algunos de estos recursos, como agua y oxígeno. Además, los expertos han señalado que las tecnologías necesarias para extraer y utilizar esos recursos todavía no existen.
Los ingenieros también deben desarrollar un medio de proteger a los astronautas de la radiación peligrosa en el espacio, tanto durante el viaje al planeta rojo y en la superficie marciana, que carece de un ambiente lo suficientemente fuerte como para proteger de estas partículas dañinas.
MISIONES PRECURSORAS
La NASA ha explicado que, para planificar adecuadamente para un aterrizaje humano, la agencia está preparando misiones precursoras adicionales. "Es muy probable que se envíe algún tipo de sonda o explorador al sitio al que queremos enviar a la gente, para perforar un par de metros y determinar si hay agua potable", ha señalado el administrador de Misiones Científicas de la NASA, John Grunsfeld.
En este sentido, ha añadido que esta nave también podría servir como "un faro" para guiar a la nave tripulada hasta el lugar elegido para aterrizar.
Bolden ha concluido su intervención en la conferencia con palabras alentadoras para los equipos de la NASA, a los que se ha dirigido para decirles que "a pesar de la complejidad de todos estos desafíos, la NASA tiene tiempo para planificar su misión".
A su juicio, en 2020 los ingenieros pueden elegir una arquitectura para la misión, incluyendo qué tipo de propulsión utilizar para llegar a Marte, y el número de lanzamientos necesarios. También debe establecer alianzas con otras naciones que quieran participar en el proyecto. En 2025, tendrán que estar diseñados todos los grandes vehículos y tecnologías.