MADRID 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
La NASA ha anunciado a los tres finalistas para la competición que permitirá seleccionar a la próxima misión de la agencia que vuele hacia otro cuerpo celeste del sistema solar. Dicha selección se efectuará a mediados de 2011, y hasta entonces, los grupos que optan a ello recibirán una pequeña financiación para desarrollar sus propuestas. Los finalistas son tres sondas: una pensada para investigar la atmósfera y la corteza de Venus, incluyendo un aterrizaje; una que capturaría una muestra de un asteroide para llevarla a la Tierra; y otra que se posaría cerca del polo sur lunar para recoger muestras y llevarlas también a nuestro planeta.
Los estudios se desarrollarán durante el 2010, y la NASA elegirá sólo una de las propuestas para iniciar su desarrollo. Las condiciones son que su coste no pase de 650 millones de dólares, lanzamiento aparte, y que esté lista para despegar antes del 30 de diciembre de 2018. Los tres finalistas se eligieron de entre 8 propuestas, presentadas el pasado 31 de julio. Ahora, recibirán unos 3,3 millones de dólares para llevar a cabo un estudio más profundo durante un año.
Más detalladamente, la sonda SAGE (Surface and Atmosphere Geochemical Explorer) situaría a un vehículo descendiendo a través de la atmósfera de Venus, cuyos instrumentos realizarían mediciones sobre su composición y meteorología. Una vez en la superficie, una herramienta permitirá estudiar la composición y mineralogía del suelo del planeta, con el objetivo de entender mejor su origen. Por su parte, el Osiris-Rex (Origins Spectral Interpretation Resource Identification Security Regolith Explorer) viajaría hacia un asteroide cercano, colocándose en órbita a su alrededor.
Después de múltiples mediciones, descendería hasta su superficie para capturar una pequeña muestra, que sería enviada hacia la Tierra para su análisis. Los científicos intentarían así comprender mejor la formación del sistema solar, y el origen de las moléculas complejas necesarias para la vida. Por último, la MoonRise (Lunar South Pole-Aitken Basin Sample Return Mission), sería enviada a una depresión próxima al polo sur de la Luna, donde se posaría para tratar de capturar aproximadamente 1 kg de muestras.
Los científicos creen que esta zona podría tener rocas excavadas desde el manto lunar, de modo que, una vez traídas a la Tierra y examinadas, podríamos saber más sobre la historia primitiva del sistema Tierra-Luna. La misión seleccionada por la NASA quedará integrada en el programa New Frontiers, al cual pertenecen otras, como la ya en marcha New Horizons hacia Plutón (2006), o la futura Juno, hacia Júpiter (agosto de 2011).