MADRID 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El hecho de que las aves sean una evolución de los dinosaurios y que algunos fósiles estén cubiertos por impresiones de plumas hizo que algunos paleontólogos especularan con que las plumas eran un rasgo común en los inicios de la historia de los dinosaurios. Ahora, un estudio llevado a cabo por científicos canadienses ha determinado que las plumas no eran una regla, sino una excepción entre los dinosaurios.
Desde hace cerca de dos décadas se conoce que los terópodos, el grupo de dinosaurios que contiene especies como el Tyrannosaurus o el Velociraptor, son los antepasados de las aves modernas y que, desde los inicios de su historia estaban cubiertos por plumas. Por el contrario, el linaje ornitisquio -al que pertenecen animales como el Triceratops, el Stegosaurus o el Ankylosaurus- y los grandes dinosaurios de cuello largo en el linaje saurópodo está considerados como seres escamosos, similares a los reptiles modernos.
A lo largo de los años se ha ido mejorando el estudio de estos animales y se ha descubierto, por ejemplo que los saurópodos tienen estructuras filamentosas en su piel, lo que indicaba que también podrían haber tenido plumas. Los expertos empezaron a pensar que las plumas eran un rasgo ancestral de todos los grupos de dinosaurios.
Estas especulaciones llevaron a un equipo del Museo Real de Ontario (Canadá) a crear una base de datos de todas las impresiones conocidas de los tejidos de la piel de los dinosaurios. Después identificaron aquellos que tenían plumas o estructuras similares a plumas, y realizaron las relaciones en el árbol genealógico de los dinosaurios.
Los resultados que uno de los autores principales del trabajo, Paul Barrett reveló, durante la reunión anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados, determinan que, aunque algunos ornitisquios, como Psittacosaurus y Tianyulong , tenían plumas o filamentos en su piel, la gran mayoría tenía escamas o armadura y que entre los saurópodos, las escalas eran también la norma.
De este modo, las plumas eran una excepción en la época y la mayoría de los dinosaurios estaban cubiertos de escamas. Para los investigadores, este estudio proporciona "una valiosa revisión de la realidad para todos los que especulaban con la presencia de plumas en la mayor parte de las especies.
Para otro de los autores, David Butler estos resultados "no están escritos en piedra". "No tenemos dinosaurios primitivos de finales del Triásico y Jurásico que conserven las condiciones adecuadas para que encontremos impresiones de su piel o de sus plumas", ha recordado. "Este panorama podría cambiar rápidamente si se empieza una búsqueda de los inicios de los dinosaurios", ha concluído.