MADRID 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo análisis sobre la relación entre las lenguas de América del Norte y de Siberia central puede indicar que las personas se trasladaron desde el puente de tierra de Bering, con parte de la migración dirigiéndose a Asia central y otra parte moviéndose hacia América del Norte, según un artículo publicado este miércoles en la revista de acceso abierto 'Plos One' por Marcos Sicoli, de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos, y Gary Holton de la Universidad de Alaska, en Fairbanks.
Los idiomas evolucionan lentamente a lo largo del tiempo e incluso pueden seguir patrones migratorios humanos. Una familia de lenguas conocida como Dené-Yeniseicas sugiere que existen elementos de lenguaje común entre las lenguas de América del Norte Na-Dené y los idiomas Yeniseicos de Siberia Central.
Para investigarlo más a fondo, los científicos emplearon una técnica desarrollada originalmente para analizar las relaciones evolutivas entre las especies biológicas llamada análisis filogenético, donde se construye un árbol para representar las relaciones de ancestros comunes basados en rasgos compartidos.
SIMILITUDES LINGÜÍSTICAS
Los investigadores utilizaron la filogenia lingüística para estudiar unos 40 idiomas de una zona difusa en toda América del Norte y Asia. Los autores codificaron primero un conjunto de datos lingüísticos de las lenguas, modelando la relación entre los datos, y, a continuación, los compararon con los patrones de migración desde Asia a América del Norte o fuera de Beringia.
Los resultados muestran una dispersión temprana de Na-Dené a lo largo de la costa de América del Norte con una migración de vuelta de los Yeniseicos a través de Siberia y una propagación más tarde de las lenguas Na-Dené por el interior de América del Norte.
"Encontramos un apoyo sustancial de la dispersión de Beringia que se añade a un creciente cuerpo de evidencia de una población ancestral en Beringia antes de que el puente de la tierra se inundara por el aumento del nivel del mar al final de la última edad de hielo", explica Sicoli.
Aunque los autores no pueden determinar de manera concluyente el patrón de migración sólo a partir de estos resultados, señalan que este estudio no contradice necesariamente la creencia popular de los cazadores que entran en el Nuevo Mundo a través de Beringia, sino que por lo menos indica que la migración no pudo haber sido sólo un viaje de ida.