El Sol era enérgico en su infancia

Estrella Sol
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Actualizado: jueves, 6 junio 2013 12:20

MADRID 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Sol era activo y decidido en su infancia, creciendo a saltos mientras lanzaba explosiones de rayos-X, según concluye un nuevo estudio, en el que se analizó la joven estrella TW Hydrae, situada a unos 190 años luz de la Tierra, en la constelación austral de la serpiente de agua Hydra.

"Mediante el estudio de TW Hydrae, podemos ver lo que le pasó a nuestro Sol cuando era un niño", dijo Nancy Brickhouse, del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica (CfA), que presentó este miércoles los resultados en una conferencia de prensa en una reunión de la Sociedad Astronómica Americana.

Brickhouse y sus colegas llegaron a esta conclusión mediante el estudio de la joven estrella TW Hydrae, una estrella gigante naranja o tipo K, con un peso de alrededor del 80 por ciento de nuestro sol. Tiene alrededor de unos 10 millones de años y todavía acrece con gas desde un disco de material que la rodea, que puede contener planetas recién nacidos.

Para crecer, la estrella "come" el gas del disco, aunque éste no se extiende a lo largo de todo el camino hasta la superficie de la estrella, por lo que la estrella no puede comer de él directamente. En cambio, el gas que cae queda canalizado a lo largo de líneas de campo magnético a los polos de la estrella.

Afortunadamente, estamos mirando casi directamente hacia abajo en uno de los polos de la estrella y, como resultado, podemos estudiar el proceso de acreción en detalle. "Estamos justo donde está la acción", afirmó el miembro del equipo Andrea Dupree, del CfA.

Los materiales que caen rompen en la estrella, creando una onda de choque y calentando la acreción de gas a temperaturas superiores a 5 millones de grados Fahrenheit (2,7 millones de grados Centígrados). El gas brilla con rayos X de alta energía. A medida que continúa moviéndose hacia el interior, el gas se enfría y su luz se desplaza a longitudes de onda ópticas de la luz. Para estudiar el proceso, Brickhouse y su equipo combinaron observaciones desde el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA con los de los telescopios ópticos terrestres.

"Mediante la recopilación de datos en múltiples longitudes de onda seguimos el gas hasta el fondo. Hemos rastreado todo el proceso de acreción por primera vez", explicó Brickhouse. Los investigadores encontraron que la acreción era grumosa y episódica en la construcción de una estrella y que en un momento la cantidad de aterrizaje del material en la estrella cambió por un factor de cinco en el transcurso de unos pocos días.

"Los cambios en el proceso de acreción fueron de noche a noche. Están ocurriendo cosas todo el tiempo", declaró Dupree. Parte del material que cae es empujado lejos en un viento estelar al igual que el viento solar que ocupa nuestro sistema solar.

Los astrónomos saben que las estrellas jóvenes son mucho más activas magnéticamente que nuestro Sol de mediana edad, pero ahora realmente pueden investigar la interacción entre los campos magnéticos de la estrella y el disco protoplanetario. "El mismo proceso de acreción está impulsando la actividad magnética en TW Hydrae", concluyó Brickhouse.