MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una piedra, presente en un broche del tesoro de Tutankhamon, ha proporcionado evidencias del primer impacto de un cometa contra la atmósfera de la Tierra. Este hallazgo permitirá estudiar mejor estos objetos desde el planeta y conocer más pistas de la formación del Sistema Solar.
El cometa entró en la atmósfera sobre Egipto hace unos 28 millones de años y explotó, calentamiento la arena a una temperatura de unos 2.000 grados centígrados. De este suceso nació una enorme cantidad de vidrio de sílice de color amarillo, que los expertos llaman vidrio del desierto de Libia y que se lleva estudiando desde hace años.
Uno de estos cristales, pulido por joyeros antiguos y deformado hasta conseguir la forma de un escarabajo, se encuentra en una de las joyas pertenecientes a Tutankhamon. Al estudiarlo, un investigador de la Universidad de Johannesburgo, ha detectado que se trata del primer espécimen conocido de un núcleo de un cometa.
"Estoy en una euforia científica típica, cuando se eliminan todas las demás opciones y llegas a la comprensión de lo que debe ser", ha señalado el científico Jan Kramer. En el trabajo, que ha sido publicado en 'Earth and Planetary Science Letters', también ha explicado que esta explosión produjo diamantes microscópicos.
"Los diamantes se producen a partir de material de soporte de carbono. Normalmente se forman en las profundidades de la Tierra, donde la presión es alta, pero también se puede generar una presión muy alta con un choque. Parte del cometa impactó y el choque del impacto produjo los diamantes", ha apuntado.
El material de un cometa es muy difícil de alcanzar. De hecho, los expertos han apuntado que no se han encontrado fragmentos de estos objetos en la Tierra antes, salvo partículas de polvo de tamaño microscópico en la atmósfera superior y polvo rico en carbono en el hielo antártico.
"La NASA y la ESA gastan miles de millones de dólares recogiendo unos pocos de microgramos de material cometa y traerlo de vuelta a la Tierra, y ahora tenemos un nuevo enfoque radical para poder estudiar este material, sin tener que gastar miles de millones de dólares de recolección", ha indicado Kramer.