MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
Algunos dinosaurios desarrollaron una curiosa estrategia para empollar sus huevos sin aplastarlos: colocarse en un espacio abierto en el centro de un anillo de huevos, en lugar de justo sobre ellos.
Los investigadores estudiaron cerca de tres docenas de nidadas de huevos fosilizados pertenecientes a diferentes especies de ovirraptorosaurios, un grupo de dinosaurios carnívoros emplumados. Las nidadas de las especies más grandes también tenían aberturas más grandes en el centro con ese mismo fin, según reporta en Biology Letters un equipo dirigido por el paleontólogo Kohei Tanaka del Museo de la Universidad de Nagoya en Japón.
Aunque no es posible determinar la especie exacta de ovirraptorosaurio solo de los huevos fósiles, los investigadores dividieron los huevos en tres clasificaciones basadas en el tamaño. Los huevos más pequeños, de menos de 170 milímetros de longitud, se asignaron al grupo Elongatoolithus, que probablemente incluía especies con masas corporales que variaban desde unas pocas decenas de kilos hasta 100 o 200 kilos, similar a las avestruces y los emús actuales.
Los huevos de tamaño medio se asignaron al grupo Macroolithus y los huevos más grandes, de más de 240 milímetros de largo, al grupo Macroelongatoolithus. Los dinosaurios que pusieron los huevos más grandes pudieron haber tenido masas corporales de hasta 2.000 kilos.
Luego, el equipo midió el diámetro de la nidada y, si había uno, el diámetro del orificio en el centro de la misma. Para la especie más grande, el agujero ocupó la mayor parte del área de la nidada. Eso, dicen los investigadores, permitió que los progenitores más grandes de ovirraptosaurio se acomodaran en el centro de la nidada, reduciendo la carga de peso sobre los huevos y manteniendo los huevos calientes. No se sabe que las aves modernas compartan ese mismo estilo, informa ScienceNews.