MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El genoma humano de Ötzi fue decodificado de una muestra de hueso de la cadera de la momia de 5.300 años de edad encontrada en un glaciar de los Alpes. Sin embargo, la pequeña muestra, que no pesa más de 0,1 gramos, proporciona mucha más información. Un equipo de científicos del Instituto EURAC en Bolzano (Italia) junto con colegas de la Universidad de Viena analizaron con éxito el ADN no humano en la muestra.
Ellos encontraron evidencia de la presencia de Treponema denticola, un patógeno oportunista implicado en el desarrollo de la enfermedad periodontal. Así, con sólo mirar el ADN, los investigadores pudieron confirmar un diagnóstico basado en escáner hecha el año pasado que indicaba que el hombre de hielo sufrió periodontitis. Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista científica PLoS ONE.
Mucho de lo que sabemos acerca de Ötzi - por ejemplo, qué aspecto tenía o que padecía de intolerancia a la lactosa - proviene de una muestra de hueso pequeño que permitió a la decodificación de su composición genética. Ahora, sin embargo, el equipo de científicos ha examinado más de cerca que la parte de la muestra consiste en ADN no humano. "Lo que es nuevo es que no llevamos a cabo un análisis de ADN dirigido, sino que investigamos todo el espectro de ADN para comprender mejor qué organismos se encuentran en esta muestra y cuál es su función potencial", explica Frank Maixner, del Instituto EURAC
"Este ADN 'no humano' se deriva principalmente de bacterias que normalmente viven sobre y dentro de nuestro cuerpo. Sólo la interacción entre ciertas bacterias o un desequilibrio dentro de esta comunidad bacteriana puede causar ciertas enfermedades. Por lo tanto es muy importante reconstruir y comprender la composición de la comunidad bacteriana mediante el análisis de esta mezcla de ADN ", dijo Thomas Rattei, profesor de Bioinformática en el Departamento de Microbiología y Ciencias del Ecosistema en la Universidad de Viena.
Inesperadamente, el equipo de científicos especialistas tanto en microbiología como bioinformática detectaron en la mezcla de ADN una presencia significativa de una bacteria en particular: Treponema denticola, un patógeno oportunista que participa en el desarrollo de la periodontitis. Así, este hallazgo apoya la diagnosis basada en la tomografía computarizada de que el 'hombre del hielo' sufría de periodontitis. Aún más sorprendente es que el análisis de una muestra de hueso pequeño puede aún así, después de 5300 años, proporcionarnos la información de que este patógeno oportunista parece que se ha distribuido a través del torrente sanguíneo desde la boca hasta el hueso de la cadera.
Por otra parte, las investigaciones indican que estos miembros de la microflora oral eran bacterias que no colonizaron el cuerpo después de la muerte.