MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de fósiles huérfanos han estado separados de sus padres desde el comienzo de la evolución animal, hace más de 500 millones de años.
Durante décadas, los paleontólogos han estado desconcertados por fósiles microscópicos de 'Pseudooides', que son más pequeños que los granos de arena. La semejanza de los fósiles con los embriones animales inspiró su nombre, que significa "huevo falso".
Los fósiles preservan etapas de desarrollo embrionario congeladas en el tiempo por procesos milagrosos de fosilización, que convirtieron sus células blandas en piedra. Los fósiles de 'Pseudooides' tienen una cintura segmentada como los embriones de animales segmentados, como los insectos, que inspiran grandes teorías sobre cómo los animales segmentados complejos pueden haber evolucionado.
Un equipo de paleontólogos de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, y la Universidad de Pekín, en China, han analizado el interior de los embriones de 'Pseudooides' utilizando rayos X y han encontrado características que los vinculan a las etapas adultas de otro grupo fósil. Resulta que estas etapas adultas han estado justo debajo de las narices de los científicos todo el tiempo: se han encontrado hace mucho tiempo en las mismas rocas que los 'Pseudooides'.
Sorprendentemente, estos miembros de la familia perdidos hace mucho tiempo no son animales complejos y segmentados, sino antepasados de las medusas modernas. "Parece que, al tratar de clasificar estos fósiles, hemos estado escarbando hasta la rama incorrecta del árbol genealógico de los animales", afirma la doctora Kelly Vargas, de la Universidad de Bristol.
El profesor Philip Donoghue, también de la Universidad de Bristol, codirigió la investigación con el profesor Xiping Dong, de la Universidad de Pekín. El profesor Donoghue agrega en un comunicado: "No podríamos haber reunido a estos antiguos miembros de la familia sin la asombrosa tecnología que nos permitió ver dentro de los cuerpos fosilizados de los embriones y los adultos".
INFORMACIÓN SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LA EMBRIOLOGÍA ANIMAL
El equipo utilizó 'Swiss Light Source', un acelerador de partículas gigantesco cerca de Zurich, Suiza, para suministrar los rayos X utilizados para obtener imágenes del interior de los fósiles. Esto demostró que los detalles de la segmentación en los embriones 'Pseudooides' no son más que el borde doblado de una abertura, que se desarrolló en el borde del esqueleto en forma de cono que una vez albergó la etapa similar a una anémona en el ciclo de vida de la antigua medusa.
Luis Porras, quien ayudó a hacer el descubrimiento mientras todavía estudiaba en la Universidad de Bristol, señala que los fósiles de 'Pseudooides' pueden no revelar cómo evolucionaron los animales complejos, pero proporcionan información sobre cómo ha evolucionado la propia embriología de los animales. Los embriones de las medusas vivientes, por lo general, se convierten en extrañas larvas extraterrestres que se metamorfosean en adultos anémicos antes de la fase final de las medusas".
"Los 'Pseudooides' hacían las cosas de manera diferente y más eficiente, desarrollándose directamente de embrión a adulto. Tal vez las medusas vivientes son una referencia pobre de los animales ancestrales", agrega el profesor Luis Porras.
Por su parte, Donoghue sostiene que "las medusas se componen de poco más que sustancia viscosa y, sin embargo, se petrificaron antes de que tuvieran alguna posibilidad de pudrirse: un mecanismo que algunos científicos llaman el 'efecto Medusa', bautizado así por la gorgona de la mitología griega que convertía en piedra a cualquiera que posaba sus ojos sobre ella".
El equipo de Bristol todavía está buscando restos fósiles de las otras fases del ciclo de vida de 'Pseudooides', incluida la etapa 'viscosa' de la medusa. Sin embargo, los fósiles de medusas son pocos y distantes entre sí, quizás irónicamente porque el 'efecto Medusa' no parece funcionar en ellos. Mientras tanto, los embriones de 'Pseudooides' se han reunido con sus homólogos adultos.