MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un yacimiento de microfósiles similares a embriones, descubierto en el norte de Mongolia, puede arrojar luz en torno a los enigmas sobre la transición de microbios a animales en la Tierra.
Llamada la Formación Khesen, el sitio es uno de los más importantes para los fósiles de la Tierra desde el descubrimiento de la Formación Doushantuo en el sur de China hace casi 20 años. La Formación Dousantuo tiene 600 millones de años; la Formación Khesen es más joven, tiene alrededor de 540 millones de años.
"Entender cómo y cuándo evolucionaron los animales resulta ser muy difícil para los paleontólogos. El descubrimiento de un almacén fósil excepcionalmente bien conservado con fósiles de embriones animales nos da una nueva ventana a una transición crítica en la historia de la vida", dijo en un comunicado Ross Anderson, estudiante graduado de la Universidad de Yale, primer autor de un estudio publicado en la revista Geology.
El nuevo escondite de fósiles representa ocho géneros y alrededor de 17 especies, que comprenden de decenas a cientos de individuos. Muchos de ellos son microfósiles espinosos llamados acritarcos, que tienen aproximadamente 100 micras de tamaño, aproximadamente un tercio del grosor de una uña.
La Formación Khesen se encuentra al oeste del lago Khuvsgul en el norte de Mongolia. "Este sitio fue de particular interés para nosotros porque tenía el tipo correcto de rocas, las fosforitas, que habían preservado organismos similares en China", dijo Anderson.
El descubrimiento puede ayudar a los científicos a confirmar una fecha mucho más temprana para la existencia de ecosistemas terrestres con animales, en lugar de solo microbios. Durante dos décadas, los investigadores han debatido los hallazgos en la Formación Doushantuo, sin resolución. Si se confirman como animales, estos microfósiles representarían los animales más antiguos que se conservarán en el registro geológico.
Los investigadores dijeron que la Formación Khesen debería proporcionar a los científicos información adicional en los años venideros.
"Este estudio es solo la punta del iceberg, ya que la mayoría de los fósiles provienen de solo dos muestras", dijo Anderson. Desde el descubrimiento original, el equipo de Yale ha trabajado con Harvard y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Mongolia para examinar varios sitios adicionales dentro de la formación.