MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una tela de azul índigo de 6.200 años de edad ha sido hallada en Huaca (Perú): uno de los tejidos de algodón más antiguo en el mundo y primero en usar el añil como tinte, base de la moderna ropa vaquera.
Selon Jeffrey Splitstoser, autor principal de un artículo sobre el descubrimiento y profesor asistente de Antropología en la Universidad George Washington, el hallazgo habla de la sofisticada tecnología textil que las culturas andinas desarrollaron hace 6.200 años.
"Algunos de los más importantes logros tecnológicos del mundo se desarrollaron por primera vez en el Nuevo Mundo," dijo Splitstoser. "Muchas personas, sin embargo, desconocen las contribuciones tecnológicas significativas hechas por los nativos americanos, posiblemente debido a que muchas de estas tecnologías fueron reemplazadas por sistemas europeos durante la conquista. Sin embargo, la fibras finas y las prácticas de teñido, hilado y tejido sofisticados desarrollados por antiguos sudamericanos fueron rápidamente asimiladas por los europeos".
El tejido fue descubierto durante una excavación de 2009 en Huaca Prieta, una zona desértica que facilita la preservación arqueológica casi virgen en la costa norte de Perú. Los expertos creen que el yacimiento fue probablemente un templo donde se colocaron una variedad de textiles y otras ofrendas, posiblemente como parte de ritual. Los artefactos bien conservados dan una visión de la antigua civilización y el estilo de vida y ofrecen una conexión inesperada hasta el siglo 21.
El desarrollo del colorante índigo fue crítico para las futuras tendencias en la moda, tejidos y artes textiles, dijo Splitstoser.
"El algodón utilizado en las telas de Huaca Prieta, Gossypium barbadense, es la misma especie cultivada hoy en día conocida como el algodón egipcio. Y esa no es la única conexión del algodón que hemos hecho en esta excavación: podríamos no haber tenido pantalones vaqueros azules si no hubiera sido por los antiguos sudamericanos", comenta.
El textil se encuentra ahora en la colección del Museo Cao en el Perú. La investigación se ha publicado en Science Advances.