Nuestra herencia neandertal nos hace más resistentes a las infecciones

Actualizado: jueves, 10 noviembre 2016 18:33

   MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El mestizaje de los humanos modernos con los neandertales y los denisovanos permitió a nuestra especie mejorar su adaptación a la vida fuera de África, por ejemplo haciéndonos más resistentes a las infecciones y mejorando nuestra piel.

   Un nuevo estudio ha identificado 126 lugares diferentes en el genoma donde los genes heredados de esos seres humanos arcaicos permanecen en una frecuencia inusualmente alta en los genomas de los seres humanos modernos alrededor del mundo.

   La evidencia muestra que debemos a nuestros parientes homínidos perdidos hace mucho tiempo diversos rasgos, especialmente los relacionados con nuestro sistema inmunológico y con la piel.

   "Nuestro trabajo demuestra que la hibridación no fue sólo una curiosa nota secundaria en la historia humana, sino que tuvo importantes consecuencias y contribuyó a la capacidad de nuestros antepasados para adaptarse a diferentes ambientes a medida que se dispersaban por todo el mundo", afirma Joshua Akey, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos.

   Akey dice que hoy es relativamente sencillo identificar secuencias que fueron heredadas de ancestros arcaicos y que los estudios demuestran que los individuos no africanos heredaron aproximadamente el 2 por ciento de sus genomas del hombre de Neandertal. Las personas de ascendencia melanesia heredaron otro entre 2 y 4 por ciento de su genoma de los antepasados denisovanos. Pero no está clara qué influencia tienen esas secuencias de ADN en nuestra biología, rasgos e historia evolutiva.

APORTACIONES PARA LA PIEL Y LA INMUNIZACIÓN

   En el nuevo trabajo, los investigadores construyeron mapas a escala de secuencias de genomas de Neandertal y Denisovano identificados en más de 1.500 personas geográficamente diversas. Su muestra incluía cerca de 500 individuos de Asia Oriental, Europa y Asia del Sur. También analizaron los genomas de 27 individuos de Melanesia, un área que incluye Indonesia, Nueva Guinea, Fiji y Vanuatu.

   Aunque la gran mayoría de secuencias de Neandertal y Denisovano sobrevivientes están en frecuencias relativamente bajas (típicamente menos del 5 por ciento), los nuevos análisis ascendieron a 126 lugares en nuestros genomas en los que estas secuencias arcaicas existen a frecuencias mucho más altas, alcanzando hasta el 65 por ciento.

   Siete de esas regiones estaban en partes del genoma que se sabe que desempeñan un papel en las características de nuestra piel y otras 31 están involucradas en la inmunidad. "La capacidad de llegar a esas frecuencias tan altas en la población fue muy probablemente posible porque estas secuencias fueron ventajosas --explica Akey--. Además, muchas de las secuencias con alta frecuencia abarcan genes implicados en el sistema inmunológico, que es un objetivo frecuente de la evolución adaptativa".

   En términos generales, los genes que los humanos obtenidos de los neandertales o de los denisovanos son importantes para nuestras interacciones con el medio ambiente. La evidencia sugiere que la hibridación con seres humanos arcaicos a medida que nuestros antiguos antepasados salieron de África "fue una manera eficiente para que los humanos modernos se adaptaran rápidamente a los nuevos ambientes que estaban encontrando", argumentan los autores.

   Los investigadores dicen que ahora les gustaría aprender más sobre cómo estos genes influyeron en la capacidad de los seres humanos para sobrevivir y qué implicaciones podrían tener para la enfermedad. También están interesados en ampliar su análisis para incluir poblaciones geográficamente diversas en otras partes del mundo, incluyendo África.