MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un animal que se creía desaparecido de América del Norte antes de que los humanos llegaran, los gonfotéridos, en realidad podría haber habitado allí más tiempo del que se pensaba.
Asi, es probable que estuviera en la lista de presas de algunos de los primeros seres humanos de América del Norte, según revelan investigadores de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos.
Estos arqueólogos han descubierto artefactos de la cultura prehistórica Clovis mezclados con huesos de dos gonfotéridos, un antiguo antepasado del elefante, en un sitio arqueológico en el noroeste de México. El descubrimiento sugiere que los Clovis, el grupo generalizado de cazadores-recolectores más antiguo que habitó América del Norte, probablemente cazaba y comía estos animales.
Los miembros de la cultura Clovis eran bien conocidos como cazadores de parientes de los gonfotéridos, como los mamuts y los mastodontes. Aunque se conocen humanos que han cazado gonfotéridos en América Central y del Sur, ésta es la primera vez que se realiza una conexión humanos-gonfotéridos en América del Norte, dice el arqueólogo Vance Holliday, coautor de un nuevo libro sobre los hallazgos, publicado esta semana en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Holliday, profesor de Antropología y Geología de la UA, y colegas de Estados Unidos y México comenzaron a excavar los restos óseos de dos jóvenes gonfotéridos en 2007 después de que unos granjeros les alertaran de que habían encontrado huesos en el noroeste de Sonora, en México. Al principio, no sabían de qué tipo de animal se trataba.
"Incialmente, basándonos sólo en el tamaño del hueso, pensamos que quizás se trataba de un bisonte, porque los bisontes extintos eran un poco más grandes que el bisonte moderno", recuerda Holliday. Pero más tarde, en 2008, estos expertos descubrieron una mandíbula con dientes enterrada boca abajo en el suelo, que reveló la verdadera identidad de los restos.
Los gonfotéridos eran más pequeños que los mamuts, de aproximadamente el mismo tamaño que los elefantes modernos, y se generalizaron en América del Norte, pero hasta ahora parecía que habían desaparecido del continente mucho antes de que los humanos llegaran a esa parte del continente, lo que ocurrió hace entre unos 13.000 a 13.500 años, durante la última Edad de Hielo.
Sin embargo, los huesos que Holliday y sus colegas descubrieron son de hace 13.400 años, por lo que se trata de los últimos individuos de esta especie conocidos en América del Norte. Los restos de los gonfotéridos no fueron todo lo que descubrieron Holliday y sus colegas en la zona, que denominaron 'El fin del mundo', debido a su remota ubicación.
A medida que su excavación de los huesos avanzaba, también descubrieron numerosos artefactos de los Clovis, como puntas de proyectil o puntas de lanza, así como herramientas de corte y lascas de pedernal de la piedra para la fabricación de herramientas. La cultura Clovis se llama así por sus distintivas herramientas de piedra, descubiertas por primera vez por los arqueólogos cerca de Clovis, Nuevo México, en la década de 1930.
La datación por radiocarbono, hecha en la UA, fecha el sitio de 'El fin del mundo' en alrededor de hace 13.400 años, por lo que es uno de los dos sitios Clovis conocidos más antiguos de América del Norte. El otro lugar es Aubrey Clovis, en el norte de Texas, Estados Unidos.
La posición y la proximidad de los fragmentos de armas de los Clovis en relación a los huesos de los gonfotéridos en el sitio sugieren que los humanos mataron allí a esos dos animales. De las siete puntas Clovis halladas en el lugar, cuatro estaban entre los huesos, incluyendo una con fragmentos de huesos y dientes por encima y por debajo, mientras otras tres se habían erosionado claramente lejos del lecho de los huesos y se encontraban dispersas en las inmediaciones.
"Es la primera evidencia de que las personas buscaban gonfotéridos en América del Norte y añade otro alimento al menú de los Clovis", concluye Holliday.