MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de numerosos restos óseos humanos antiguos echa por tierra el mito de que la mayoría de antepasados de nuestra especie no vívía mucho más de 40 años antes de la medicina moderna.
Christine Cave, becaria de doctorado de la Escuela de Arqueología y Antropología de la Australian National University, ha desarrollado un nuevo método para determinar la edad de la muerte de los restos esqueléticos en función del desgaste de los dientes.
Utilizando su método, que desarrolló analizando el desgaste de los dientes y comparándolo con poblaciones vivas de culturas comparables, examinó los restos esqueléticos de tres cementerios en Inglaterra con personas enterradas entre los años 475 y 625.
Su investigación determinó que no era raro que las personas vivieran hasta la vejez. "A veces la gente piensa que en esos días si vivías hasta los 40 años era lo mejor que se podía alcanzar. Pero eso no es cierto", afirma.
"Para las personas que vivieron vidas tradicionales sin medicamentos o productos modernos, la edad de muerte más común era de 70 años, y eso es notablemente similar en todas las culturas".
Cave dijo que el mito se ha creado debido a las deficiencias en la clasificación de las personas mayores en los estudios arqueológicos.
"Las personas mayores han sido muy ignoradas en los estudios arqueológicos y parte de la razón de ello ha sido la incapacidad de identificarlos", dijo en un comunicado.
"Cuando se determina la edad de los niños, se utilizan puntos de desarrollo como erupción dental o fusión de huesos que ocurren a cierta edad. Una vez que las personas crecen por completo, es cada vez más difícil determinar su edad a partir de los restos esqueléticos, razón por la cual la mayoría de los estudios solo tienen una categoría de edad más alta de 40 o más.
"De modo que efectivamente no distinguen entre un hombre en forma y saludable de 40 años y un frágil de 95 años. No tiene sentido si estás tratando de estudiar a gente mayor".
Cave dijo que el nuevo método les dará a los arqueólogos una visión más precisa de las sociedades pasadas y cómo era la vida de las personas mayores.
Para aquellos en los tres cementerios que estudió, que fueron Greater Chesterford en Essex, Mill Hill en Kent y Worthy Park en Hampshire, encontró una marcada diferencia en la forma en que hombres y mujeres de la tercera edad fueron enterrados.
"Las mujeres eran más propensas a recibir entierros prominentes si morían jóvenes, pero era mucho menos probable que les dieran uno si eran viejas. Los hombres de categoría superior generalmente están enterrados con armas, como una lanza y un escudo u ocasionalmente una espada", explica.
"Las mujeres fueron enterradas con joyas, como broches, cuentas y alfileres. Esto resalta su belleza, lo que ayuda a explicar por qué la mayoría de los entierros de alto estatus para mujeres fueron para aquellos que eran bastante jóvenes".
El estudio se ha publicado en Journal of Anthropological Archaeology.