MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las llamadas 'flautas de hueso neandertales', halladas en cuevas centroeuropeas, parace que solo son huesos de oseznos rupestres mordisqueados por carroñeros durante la Edad de Hielo.
Un nuevo estudio sugiere que las 'flautas', que a menudo se atribuyen como los instrumentos musicales más antiguos del mundo, fueron identificados erróneamente cuando fueron descubiertos por primera vez en la década de 1920.
El autor, Cajus G. Diedrick, dice que los huesos son en realidad restos de cachorros de oso deteriorados por los dientes de hienas manchadas de la Edad del Hielo. El trabajo se publica en Open Science.
Huesos de osos descubiertos en cuevas de Europa del Este presentan agujeros alineados longitudinalmente que los hace parecer flautas rotas. En trabajos anteriores, los investigadores identificaron los agujeros como una secuencia de escala diatónica musical --entre la más extendida de las escalas musicales conocidas-- y las vieron como evidencia de que los huesos eran instrumentos musicales tempranas. Algunos músicos han sido capaces de crear música a partir de réplicas de los huesos.
Otros investigadores dudaron el origen humano de las marcas en los huesos. El profesor Diedrick sostiene que su análisis de las marcas y agujeros sugiere que fueron hechas por los carroñeros que trataban de llegar a la médula ósea nutritiva dentro de los ejes de los huesos.
El investigador analizó los materiales óseos de la cueva de Weisse Kuhle cueva donde había una sala grande de oso de las cavernas. Las marcas de pinchazos sólo están presentes en los huesos de cachorros. En comparación con los huesos adultos, éstos eran más elásticos y por lo tanto más fáciles de perforar en lugar de romperse bajo presión.
Además, los resultados mostraron que la posición de los agujeros en los fémures estaban predominantemente en el lado más delgado del hueso y que, cuando hay agujeros en ambos lados de los huesos, los orificios coinciden con la mandíbula de una hiena. El estudio también dice que los agujeros de forma ovalada en los ejes óseos se correspondería con la marca de óvalo que dejaría un diente premolar aplastante de una hiena.
El investigador encontró que no hay signos de marcas de perforación o marcas de herramientas de piedra en los márgenes de los agujeros que habrían resultado del uso de la herramienta humana. Además, duda de que su edad coincida con la de los neandertales.