MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El análisis del primer nido de abeja fósil del Plio-Pleistoceno de Sudáfrica sugiere que el ancestro humano Australopithecus africanus vivió en un ambiente de sabana seca.
Es la conclusión de un estudio publicado en PLoS ONE por Jennifer Parker, del University College de Londres, y sus colegas.
Hay poca información paleoecologica disponible para el yacimiento en el sur de África donde el primer Austrolophitecus africanus fósiles -- conocido como el 'Niño de Taung'-- fue descubierto. Sin embargo, los fósiles relacionados con los insectos, abundantes en el sitio, pueden ayudar a comprender el paleoambiente.
Las abejas, por ejemplo, tienden a construir sus nidos característicos en condiciones determinadas. Parker y sus colegas analizaron con escáner CT un nido de abeja fósil que fue descubierto cerca del sitio del 'Niño de Taung' para determinar su estructura interna y por lo tanto los tipos de abejas que lo construyeron.
El nido fósil estaba excepcionalmente bien conservado, y la estructura de sus células y túneles sugiere que fue hecha por una abeja solitaria que anidaba en el suelo. Estas abejas suelen anidar a la intemperie expuestas al sol, lo que refuerza otra evidencia reciente de que austrolopithecus africanus vivió en sabanas secas.
Los fósiles relacionados con los insectos son comunes, pero se les pasa por alto en gran medida en los sitios donde vivían los antepasados humanos, según los investigadores, por lo que su trabajo pone de relieve la contribución que tales fósiles pueden aportar a la comprensión de los entornos en los que vivían los antepasados humanos.
"Cuando Raymond Dart publicó su descripción del 'Niño de Taung' en 1925 cambió profundamente nuestra comprensión de la evolución humana", dice el coautor del estudio Philip Hopley. "En los 90 años siguientes a su descubrimiento, la atención de los antropólogos se ha trasladado a otros sitios y especímenes africanos, y la investigación en Taung se ha visto obstaculizada por la compleja geología y la datación incierta. La nueva investigación en Taung está ayudando a reconstruir el entorno en el que esta enigmático homínido vivió y murió ".