MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cuando el clima cambiante alteró los hábitats de la edad de hielo, los humanos modernos fueron capaces de adaptar sus dietas de manera diferente que los neandertales.
El linaje neandertal sobrevivió durante cientos de miles de años a pesar de las severas fluctuaciones de temperatura durante la edad de hielo, pero las razones de su caída hace unos 40.000 permanecen poco claras. Los autores de este estudio investigaron la posible influencia de las estrategias dietéticas utilizando los molares fosilizados de 52 neandertales y 'Homo sapiens' del Paleolítico superior (seres humanos modernos).
En concreto, un estudio publicado este miércoles en 'Plos One' por Sireen El Zaatari, de la Universidad de Tubinga, analizó el tipo y grado de micro-desgaste en los dientes para tratar de sacar conclusiones sobre el tipo de dieta y establecer una relación con las condiciones climáticas. Encontraron que a medida que el clima fluctuó y los hábitats se alteraron, los neandertales pudieron haber adaptado su dieta a los recursos que estaban más fácilmente disponibles, comiendo principalmente carne cuando estaban en ambientes esteparios abiertos y fríos y complementar su dieta con más plantas, semillas y frutos secos cuando estaban en paisajes forestales.
Mientras tanto, los humanos modernos parecían seguir con su estrategia dietética independientemente de los leves cambios ambientales y mantuvieron una proporción relativamente grande de alimentos de origen vegetal en su dieta. "Para poder hacer esto, pueden haber desarrollado herramientas para extraer los recursos alimenticios de su entorno", dice Sireen El Zaatari. Los científicos llegaron a la conclusión de que las diferentes estrategias dietéticas del Paleolítico superior de los humanos modernos pueden haberles dado una ventaja sobre los neandertales.
Los neandertales pudieron haber mantenido su enfoque oportunista de comer todo lo que estaba disponible en sus hábitats cambiantes a lo largo de cientos de miles de años. Sin embargo, los humanos modernos parecen haber invertido más esfuerzo en el acceso a los recursos alimentarios y cambiado significativamente sus estrategias dietéticas durante un periodo mucho más corto de tiempo, junto con el desarrollo de herramientas, lo que les pudo dar una ventaja sobre los neandertales.
El neandertal europeo y los individuos humanos modernos analizados en este estudio no se solapan temporalmente y, por lo tanto, no hay información sobre la competencia directa por la dieta entre estos dos grupos. Sin embargo, si las diferencias de comportamiento detectadas en este estudio ya se habían establecido en el momento de contacto entre ellos, estas diferencias podrían haber contribuido a la desaparición de los neandertales y la supervivencia de los seres humanos modernos.