El Código de Identificación Fiscal (CIF) es mucho más que ese número que se suele incluir en las facturas y en otros documentos relacionados con la actividad empresarial. Antes era lo que identificaba a las personas jurídicas y entidades.
Ha sido modificado en diversas ocasiones a lo largo de su historia, y el último cambio entró en vigor en 2008. Desde entonces, por un cambio en el sistema de tipificación fiscal, al CIF se le conoce como NIF (Número de Identificación Fiscal), que tienen asignados quienes tiene que realizar trámites tributarios.
En el caso de las personas físicas con nacionalidad española, el NIF coincide con su DNI, el número de Documento Nacional de Identidad formado por ocho números y una letra de control.
Consultar el CIF de empresas
El CIF de empresas ofrece información muy relevante si se sabe interpretar, por lo que páginas como einforma.com aglutinan CIF de empresas (ahora NIF) para servir como banco de datos. Así pues, cabe mencionar cómo consultar el cif de empresas.
El código está compuesto por 9 caracteres, siendo el primero una letra que identifica el tipo de sociedad. Desde la A de las Sociedades Anónimas a la W de los establecimientos permanentes de entidades no residentes en España, hay hasta 15 figuras más. Entre las más habituales, la B de las sociedades de responsabilidad limitada, la F de las sociedades cooperativas, la G de las asociaciones y fundaciones o la J de las sociedades civiles.
Seguido a la letra, el CIF recoge ocho dígitos, siendo los dos primeros los correspondientes a la provincia. El 00 sería no residente, y desde el 01 de Álava hasta el 52 de Melilla, hay más de 90 parejas más. Y es que algunas provincias tiene asignadas más de una, caso de Alicante, Barcelona o Madrid, entre otras.
Los cinco siguientes dígitos, es decir, los que abarcan de la cuarta a la octava posición, se identifican con el número de inscripción de la misma organización en el registro provincial correspondiente, y que se asigna de manera correlativa.
En cuanto al último dígito, el de la novena posición, será un número y una letra según la naturaleza de la entidad. Será una letra si la entidad es una corporación local, un organismo autónomo (sea estatal o no), asimilado, congregación o institución religiosa, un órgano de la administración pública (sea estatal o de la comunidad autónoma), o un establecimiento permanente de entidad no residente.
En cambio, si hablamos de sociedad anónima, de una sociedad de responsabilidad limitada, de una comunidad de bienes o de una comunidad de propietarios en régimen de propiedad horizontal, será una letra. Al resto de figuras, se le puede asignar un número o una letra.
Por qué consultar el NIF de una empresa
Lo anterior da buena cuenta de cuánto revela ese número al que, a veces, se le presta poca atención. Conocer el NIF de una empresa ayuda a identificarla y poder acceder a más información útil. Y es que hay empresas que facilitan muchos datos solo con proporcionárselo.
Con el NIF se puede acceder a un informe mercantil que recoja el balance de situación, las cuentas de pérdidas y ganancias o la memoria anual, entre otros capítulos relevantes. También a quiénes son los administradores actuales y anteriores de la entidad, es decir, quiénes se encargan de gestionar la empresa y de ejecutar las decisiones que se tomen en su seno.
También se puede identificar a los accionistas que aportan capital y participan en la gestión, así como acceder a las últimas noticias relevantes en torno a la empresas. No menos útil es saber qué marcas registradas tiene la empresa.
Se trata por lo tanto, de información útil y muy completa que no solo es aprovechable por la Agencia Tributaria. Cualquier empresa, ya desde antes de su puesta en marcha, debe calibrar bien a sus competidores para conocer sus opciones de hacerse un hueco en el mercado, por lo que una radiografía más o menos extensa de las que operan en el mismo sector ayudará a identificar un nuevo público objetivo, u ofrecer un producto diferenciado.
Seguro que a un competidor le interesa conocer si ha habido una crisis reciente en la empresa, si está envuelta en algún escándalo judicial o si, por el contrario, su labor ha sido premiada. Y a todo ello se puede hacer con el NIF y con la ayuda de una empresa especializada.
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