Actualizado 24/04/2017 12:19
- Comunicado -

España, ¿más cerca de regular el cannabis para uso terapéutico?

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Madrid, 24 de abril de 2017.- La de España con el cannabis de uso medicina es una historia larga. Arranca a finales de los años 90, cuando se observa un incremento significativo del movimiento asociativo por la despenalización del cannabis, Además de las conferencias y de las primeras autorizaciones por parte de las comunidades autónomas para la investigación, copó titulares el caso de Roland H., de 54 años, un paciente de cáncer.

La juez Aiguaviva entendió que su uso se dirigía a combatir los efectos indeseables de la quimioterapia, tales como vómitos, náuseas y sensación de malestar. Pero los dos kilos intervenidos hicieron a la Audiencia Nacional rechazar que se tratara de hachís para el consumo propio, puesto que sobrepasaba las cantidades consideradas adecuadas para ello: de 50 a 200 gramos.

Desde entonces hasta ahora, se han sucedido las investigaciones y los debates en congreso y parlamentos sobre el cannabis medicinal. Este mismo mes, el Parlamento de Cantabria ha pedido al gobierno central que lo regule. En otras noticias similares, se han publicado las cantidades que Hacienda podría ingresar si se regulara la marihuana en España: 1.200 millones de euros. Es la cantidad que estimó Regulación Responsable, una plataforma que reúne asociaciones, clubes de cannabis y empresas relacionadas, considerando datos de los mercados regulados.   

A principios de mes, el Congreso acordó crear una subcomisión sobre el uso terapéutico del cannabis, que habrá de servir para escuchar lo que asociaciones, expertos en general y profesionales del sector tengan que decir. Fue Ciudadanos quien presentó la Proposición No de Ley, y la subcomisión fue respaldada con los votos a favor del propio partido naranja, PSOE, PP y Unidos Podemos. En países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda o Italia está regulado.

Lo que dicen los estudios   

Ha sido la presión enfermos y personas del sector, junto a muchos años de investigación en torno al cannabis terapéutico, los que han conseguido que el debate llegue al Congreso, y parece que de forma definitiva.   

La comunidad científica ha realizado destacadas aportaciones. Hace poco más de 25 años que se descubrió el sistema endocannabinoide, un grupo de receptores cannabinoides que se localiza tanto en el cerebro como en el sistema nervioso y periférico. Interviene en necesidades fisiológicas como el apetito o el humor, y media en los efectos psicoactivos del cannabis. El reto pasó a ser convertir los cannabinoides en fármacos efectivos.   

Desde la Universidad Complutense de Madrid, el investigador Manuel Guzmán se ha centrado en esa tarea. Ya en 2003, demostró que cannibinoides como el THC, el principal constituyente psicoactivo del cannabis, ejerce efectos paliativos sobre los pacientes de cáncer al prevenir náuseas, vómitos y dolor, además de simular la sensación de apetito. También se consiguió demostrar en animales que los cannibinoides inhabilitan el crecimiento de células tumorales, si bien Guzmán reconocía a El País en 2015 que las pruebas sólidas de lo que puede hacer en personas eran aún muy pocas.   

El neurológo tucumano José Alberto Suárez que trabaja en un hospital del norte de Argentina, fue uno de los primeros médicos de la región en solicitar el uso del cannabis a la autoridad correspondiente. El objetivo era ayudar a un paciente de epilepsia que estaba desesperado por frenar las convulsiones, y su investigación, según cuenta a La Gaceta argentina, revelaron que “desde 1870 se usaba esta sustancia para controlar las crisis epilépticas”. De hecho, citaba estudios realizados en los Estados Unidos, que demostraban la reducción de las crisis de epilepsia refractaria entre un 36% y un 50%.   

Los bancos de semillas

De forma paralela a la investigación y a las reivindicaciones de pacientes y médicos, se han ido desarrollando asociaciones de consumidores como los clubes sociales de cannabis, que lo producen solo para abastecer a sus miembros y moviéndose dentro de la legalidad. También ha surgido la iniciativa empresarial con los grow shop especializados en ventas de semillas y productos útiles para el cultivo, tanto de forma online como física.   

Una de ellas es Geaseeds, http://geaseeds.com, que considera que las semillas de marihuana medicinales juegan un papel muy importante en el cannabis terapéutico. Su banco de semillas incluye las feminizadas y las autoflorecientes, asegurando alta calidad por recurrir a cosechas recientes y huir de la acumulación. “Llevamos años cruzando clásicos con excelentes resultados”, dicen, “consiguiendo ejemplares estabilizados con genéticas más productivas y más resientes a climas extremos”.   

El reconocimiento de las semillas adecuadas, y del cultivo en general, requiere de amplios conocimientos que en Geaseeds dicen estar dispuestos a compartir. Las semillas feminizadas, por ejemplo, son aquellas que producen plantas hembras, “con cogollos resinosos muy apreciados por los consumidores de cannabis”, explican. Se consiguen mediante un tratamiento especial que fuerza a plantas femeninas a producir flores macho.   

Las autoflorecientes, por su parte, “permiten obtener cosechas fáciles y en unos tiempos cortos”, de unos dos meses, incluso fuera de temporada. Para saber más sobre los bancos de semillas y sobre el cannabis terapéutico o medicinal, se puede consultar su web.

Para más información:    

Emisor: Geaseeds.com