MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El accidente por ahogamiento en piscinas es la segunda causa de muerte en personas por debajo de los 19 años y las mayores estadísticas se registran en los menores de cinco. Por ello se ha ido viendo cada vez más necesario extremar las medidas de seguridad.
Es importante establecer todos los aspectos necesarios a cuidar, así como regular las responsabilidades de todo el personal del recinto. Está demostrado queun niño puede ahogarse en un tiempo inferior a tres minutos y en tan sólo veinte centímetros de agua sin que nadie se percate, dato que hace imprescindible la importancia de tomar medidas.
Por ejemplo en los campamentos de verano donde, por un lado se encuentran los monitores de los niños y por otro, los socorristas de la propia piscina, son usuales los accidentes donde el motivo principal proviene de que uno derive la responsabilidad en el otro.
Por estos motivos, en los últimos años los ayuntamientos han aumentado sus inversiones en medidas de seguridad para evitar estos percances a través de la contratación de un número mayor de socorristas, del control del aforo o mediante elementos de seguridad como las cubiertas para piscinas, las cuales previenen muchos accidentes menores como caídas que provocan daños y lesiones y situaciones de riesgo cuando no hay supervisión por parte del adulto.
No se debe olvidar la importancia de respetar los periodos de digestión del cuerpo tras las comidas, así como que los padres aporten la información necesaria acerca de si sus hijos saben nadar. Lo que tampoco está de más realizar concienciación básica también sobre los propios niños sobre los peligros que atañe una piscina, sin que esto suponga un impedimento del disfrute del baño pero sí reduzca los riesgos.
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